Son, por lo general, personas que van a tomarse sus copas o
su cerveza. Borrachos, en definitiva, con ganas de bronca. Por eso no me gusta
llegar a los bares.
Yo, voy a tomarme un zumo o un refresco, tranquilamente y no
me gusta entrar en discusiones, que a ningún lado llevan. Ellos exponen sus
ideas y, a veces, no están de acuerdo.
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A veces, me llego a desayunar y allí están ellos, con su copa
en ristre, hablando fuerte, para que todo el mundo lo oiga y, a veces, se
enfrentan entre ellos, no están de acuerdo.
Me gusta llegar, porque allí me encuentro a mis amigos,
charlas y te enteras de acontecimientos, que van a ocurrir o han ocurrido ya,
como el estado del tiempo y noticias varias.
También van al bar las mujeres, que lo hablan todo. Yo, a lo
mío, al zumo o al refresco y a escribir un artículo, que os guste y haga
vuestras delicias.
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En el bar se aprende mucho, oyendo a unos y otros, comentar
las noticias y otros temas de actualidad. Por eso sí me gusta entrar a los
bares.
Yo voy a lo mío, a escribir y charlar con ellos. Para nada me
interesan los cuchicheos, que se escuchan allí. Ellos, como yo, van a
distraerse y a pasar un buen rato.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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