Es bonito a más no poder. Ya seas blanco, negro, amarillo o
de cualquier parte del mundo. Lo que ocurre es que, por culpa de unos cuantos
desalmados, que existen por todas partes, se vuelve duro. Con el tema de las
mujeres, por ejemplo, hay quien las viola, prostituye, se queda con el dinero,
les pega y hasta las mata, por celos. Es evidente que este mundo no es
perfecto, pero podría ser mucho mejor, si esas personas se buscasen la vida de
otra forma y respetasen a la mujer como es, hembra y esta respetase al hombre. Con
el tema del trabajo, todo iría mucho mejor, si no se defraudara tanto. Lo hace
desde el rico al más pobre comerciante.
Para tranquilidad de todos se debería de pagar igual sueldo,
corazón, en igual puesto, a la mujer que al hombre y se respetasen los derechos
de ambos. Me refiero a vacaciones, mismos días de descanso en general y por
maternidad, más para la mujer que para el hombre.
Si mirasen dentro de
su corazón, las personas anteriormente citadas, no harían estas cosas. Tendrían
un poco menos, pero habría para todos, serían más felices y mejores personas. Tu
corazón, como el mío, es delicado, tiene que estar muy bien cuidado y se merece
que lo mimen mucho. Seas hombre o mujer, tu corazón brilla con luz propia, es
como una estrellita en lo alto del cielo, procuremos todos que no le falte de
nada, material y espiritualmente.
Si sientes que hieren a tu corazón, no te quedes impasible,
sé valiente, lucha por eso que tanto mereces: la paz interior, la libertad de
pensamiento y el derecho a una vida digna y feliz. Si en un sitio no te sientes
bien, es que no se están portando contigo como mereces. No te vayas, lucha. Que
se vayan ellos. Hazte un huequecito y que no te desprecien. Quiérelos y haz que
te quieran.
Que la soledad, tan cruel como necesaria, no te gaste una
mala pasada, corazón.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.