sábado, 29 de septiembre de 2018

LAS MOTOS ELÉCTRICAS


Son motos y patinetes, que circulan por nuestras aceras e incluso por las calles a gran velocidad y que no tienen ni matrícula, ni luces ni ningún tipo de limitación para circular.
Se conducen sin permiso de circulación, no tiene luces y son un verdadero peligro, para los peatones. Algunos son motos que alcanzan una velocidad de cincuenta kilómetros por hora. Pueden atropellar a un peatón, porque no se oyen venir.
Hay patinetes y motos con grandes ruedas y circulan, a toda velocidad por aceras y calles y pueden hacer verdadero daño a quien atropellen. Las conducen mayores y niños y no tiene permiso para circular.
Son en realidad un juguete que puede hacer verdadero daño a quien atropellen. Son motos para usar en circuitos cerrados, donde no haya peligro de atropello y no por aceras y calles.
Las usan, mayormente, niños que inocentemente pueden hacer daño a personas o vehículos, que transitan por calles y aceras de la ciudad. No llevan casco de seguridad, porque como es un juguete, no tienen obligación ninguna. Algunos pueden llevar incluso acompañante.
También están los patinetes eléctricos, que también corren mucho y circulan sobre todo por las aceras. No se dan cuenta del peligro que representan para los peatones, que se pueden topar con uno de estos artefactos que les pueden producir lesiones, sobre todo a los mayores.
No dejan de inventar cosas. Antes de vender estos cacharros, deberían de hacerlos seguros. Ponerle luces, por ejemplo y no permitir que los conduzcan niños, que no tienen permiso ni edad para ir por las calles.
Se debiera distinguir que es un juguete y lo que es un vehículo y poner limitaciones, para su uso por las vías públicas.
Sobre todo se debiera tener cuidado y no dejar a los niños circular con estas motos.
Los padres son los responsables si alguno tiene un accidente.
 JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 28 de septiembre de 2018

DE PARRANDA


Hoy como cada domingo desde hace varios años, me reuní con mi amigo Pepe para desayunar churritos u otra cosa. A las nueve y media ya estaba en casa de Pepe, con los churros en ristre para desayunar tempranito, porque hoy teníamos previsto ir al jardín a almorzar.
Desayunamos y nos fuimos a comprar tabaco y pan para Pepe. Nos fuimos a casa a fumar unos cigarritos, entretanto venía Antonio, que hoy era el anfitrión. La comida es para celebrar el día 2 de agosto que cumplió 49 años.
Estuvimos un ratillo hablando por teléfono con Antonio, el que nos dijo que vendría pronto. Y así fue, a las doce de la mañana ya estaba allí. Echemos un parrafillo, entretanto llegaba la hora para venirnos para el restaurante. Hablamos de nuestras cosas y pronto se pasó el rato.
Nos fuimos a coger el autobús, que no tardó en venir y nos bajamos dos paradas antes para tomarnos unas coca colas, para ir haciendo boca. Antonio me pagó la cuota de Al-Farala hasta final de año. Pepe se hizo el remolón y dijo que ya me la pagaría.
Lleguemos al jardín a la una y media, hora en que empiezan a poner la comida. De primero, y como ya es habitual en nosotros, pedimos paella, de segundo, Pepe pidió carne con champiñones, Antonio pollo con patatas fritas y yo pescado con ensalada. De postre Pepe y yo, pedimos flan con nata y Antonio, arroz con leche.
Total que nos pusimos morados, por 7.5 E cada uno, todo incluido. A mi me da coraje que Antonio se come la mitad de la comida que le ponen. Por una vez, artate de comer. Por cierto, nos pusieron unas aceitunas que Pepe aborreció de una pechá que se comió en una fiesta. Yo, para darle rabia, se las puse en su lado y él las rechazó.
Ya nos despedimos de este rato hasta que cobre la paga extra, que vendremos de nuevo por aquí, a darnos un homenaje. Que todo quiere la vida. Un día de asueto viene bien.
A los que os lo podáis costear, os aconsejo que salgáis con vuestras amistades a pasar un buen rato.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 27 de septiembre de 2018

EL REY DEL MUNDO


Es o son los que tienen dinero y poder. Todo lo arreglan con su falso poderío, que no vale para nada, tan solo para estropear, lo que las buenas personas hacen de buena fe.
No son personas, son gusanos que conocen la mente de las personas buenas, para que se unan a ellas en sus malas acciones.
Quieras que no, lo consiguen y el que va por buen camino, lo engañan y lo vuelven malo con sus correrías y malos modos.
Se creen que son grandes y poderosos, cuando no son otra cosa que escoria, que andan por el mundo sembrando la maldad. Sus armas son la pillería y el engaño para hacerse con la “dignidad”, ante la gente sencilla, que no conoce a esta gente de mal.
Con su poder y su dinero, se hacen con el dominio de la gente de buena voluntad y les lleva a la perdición, con las mismas fauces del demonio, que son no más ni menos que ellos mismos.
Recriminan al que va por buen camino, para que lo abandone y se unan a ellos, perdición del mundo y sus aledaños. Son como serpientes venenosas, que acechan su presa y si no la pueden conseguir, la envenenan y la hacen mala para el infierno.
Estos falsos reyes son ratas de cloaca, que se metan en nuestra casa y nos quieren volver como ellos.
No tengo palabras para describir a esta mala gente, que se quieren comer el mundo, cosa que no es suyo, que lo tienen prestado, para hacer sus correrías y vivir como reyes en una tierra que es de todos y no solamente de ellos.
Nuestro deber es luchar, a uñas y dientes, contra estos falsos reyes, hasta que les venzamos, con las armas de la bondad, la caridad, el cariño y la fe que tenemos o tienen las buenas personas.
No sigas nunca sus caminos, ni te dejes engañar por estos falsos reyes de esta tierra.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

EL BUENO, EL FEO Y EL LENTO

El bueno era una persona que a todo el mundo ayudaba. Daba limosna y se congratulaba, con las personas que lo pasaban mal. Era de pueblo, pero hace largos años que vivía en la ciudad. Era un hombre de mundo que le gustaban las cosas bien hechas.
No había quien le ganara a bonachón y persona con buenos modales. Se reía de las personas malas, porque le parecían tontas y de mal gusto. Su lema era el amor para todos y luchar contra el mal con todas sus armas, que eran la bondad y la lealtad.
Le gustaban las cosas bien hechas, a conciencia y odiaba la maldad y la gente que la profesaba. No quería que hubiese mal en el mundo, pero esto es muy difícil de conseguir, porque somos unos pocos luchando contra una legión de personas abocadas al mal.
El feo era una persona, ciertamente poco agraciada, que la gente se mofaba de él, pero era fuerte de cuerpo y espíritu. No le asustaban los matones y las personas de mala fe. Le ponían apodos degradando a su persona, diciendo lo feo que era.
No se alegraba de los males del mundo, sino que luchaba contra ellos. El silencio ante una injusticia, era la forma de luchar de esta persona. No se ponía a favor de las personas que profesaban el mal, sino al contrario, luchaba contra ellos con sus armas de hombre.
El lento era una persona tranquila, como su propio nombre indica. Se dedicaba a observar a las personas y sus fallos y aciertos. No tenía prisa porque el tiempo pasara. Él vivía en su mundo, lejano de esta sociedad austera. Su lema era más vale tarde que malo. Es preferible esperar lo bueno, que conformarse con lo malo.
Da la coincidencia de que, estos tres personajes eran uno solo, una sola persona tenía esas tres cualidades. Unas más buenas, otras regulares, pero ninguna mala.
Era un hombre de bien que gustaba de la perfección de las personas en un mundo imperfecto.
                                                                                                 JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 25 de septiembre de 2018

RECICLAR


En estos tiempos que vivimos se hace imprescindible reciclar, porque todo viene en paquetes, pakc o envases individuales. El plástico, el vidrio, el cartón, los brik, el papel de revistas y periódicos, los yogures, todo viene de usar y tirar.
En nuestra ciudad y por toda España hay contenedores: uno verde, para los envases de vidrio, uno azul para el papel y cartón y uno amarillo para envases: botellas, plásticos, brik, yogur, bolsas, latas…
Todos los productos que consumimos, vienen envasados, para usar y tirar y el planeta no soporta tanto desperdicio, tanto gasto de materia prima, que contamina mucho y se hace insostenible para el medio ambiente.
No cuesta nada separar los desechables, que se pueden reciclar y echarlos a la cubeta correspondiente. Nos haremos un favor a nosotros mismos, porque evitaremos el cambio climático.
Con un poco de ayuda de cada un@, conseguiremos mucho. Cada brik, cada lata, cada botella de vidrio, cada bolsa, cada papel-cartón, que tiramos a la basura puede ser reciclado y de ellos hacerse nuevos envases de las mismas características y calidad, para volver a usar.
Hay muchas personas que reciclan, pero hacen falta muchas más, para que no se desperdicie esa materia prima, escasa y contaminante.
Los mares y océanos están llenos de bolsas de plástico, que tardarán entre 100 y 500 años en desaparecer. No podemos permitirnos el contaminar de esta manera. Todo ese plástico se ha podido reciclar, pero es más fácil deshacerse de él de forma cómoda.
Los gobiernos de los países más avanzados, deberían de poner remedio a tanto desperdicio aprovechable y a la vez no contaminarían el medio ambiente, que bastante pocho está ya.
Anímate y recicla todos los desechables, que salgan de tu hogar y te harás un favor a ti mismo.
Es muy fácil, solo se trata de ponerse y hacerlo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 24 de septiembre de 2018

MASTURBARSE


Es la acción de realizarse tocamientos uno mismo, deseando hacer el amor con una pareja. Masturbar es realizar dichos tocamientos a otra persona. Aunque sea sexo irreal, no deja de ser pecado.
Si yo me la “casco” pensando en una mujer dada, eso es sexo. Si una mujer o un hombre se deja tocar por otra persona eso es sexo. No es tan real como si una pareja consuma el acto sexual, pero no deja de ser una falta de respeto a la persona deseada. Lo más seguro es que la persona a la que deseamos, no quiera saber nada  de nosotros.
Hay personas que desnudan con la mirada y eso no está bien, porque la otra persona va tan tranquila por la calle y está siendo deseada. Cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero por lo menos trate de que, la otra persona no se de cuenta de que se la están comiendo con los ojos.
El sexo aparece a muy temprana edad en los niños y antes en las niñas, que ven como su cuerpo va cambiando de niñ@ a mujer u hombre y le gusta la idea de realizar sexo. Esto con 10 u 11 años, que ya las niñas se hacen mujeres con la aparición del periodo en sus cuerpos.
Si quieres masturbarte, hazlo, pero no manches la dignidad de los demás.
Los hombres somos más descarados, a la hora de desear una mujer. Las mujeres son más disimuladas, pero no por eso no menos deseosas de los tocamientos por parte de un hombre.
Hombre y mujer se han de juntar sexualmente, pero este acto es exclusivamente para tener hijos y no para disfrutar.
Esta última creencia está muy extendida y la gente cree que el sexo es para pasarlo bien la pareja o incluso los transexuales, gais y lesbianas que hacen el sexo a su manera.
Las niñas con su querer ponerse guapas, enseñan su cuerpo, con faldas cortas, escotes y ropa traslúcida, lo que provoca al hombre y le hace desearlas. Ellas dicen que les gusta sentirse guapas, pero lo que hacen es ponerse sexy y los hombres nos las comeríamos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 22 de septiembre de 2018

POR TÍ, POR MÍ, POR LOS DEMÁS


Deberíamos cuidarnos un poco más. Física y espiritualmente. Nuestro cuerpo no es de hierro y no aguanta todo lo que le echen. Empezando por cuidar nuestra alimentación, hasta no trabajar en exceso.
Si nos cuidamos nosotros mismos, de igual forma cuidaremos a los demás. Si nos gusta que nos inviten, de igual forma, invitaremos a los demás. Si nos gusta que nos saluden, de la misma manera saludaremos a los demás. Es una cadena, aunque algunos lo nieguen, que nos une y nos lleva bien por esta vida.
No importa de que familia seamos, ni de que país, ni raza, ni etnia, debemos mirar tanto por los demás, como por nosotros mismos, y ¿Quién no se quiere a si mismo?
La alegría de vivir vendrá a nosotros  de la mano del hermano, porque de él depende que seamos dichosos o no. Si hacemos obras de caridad, estas volverán a nosotros, de mano de otra persona.
La caridad, bien vista, es beneficiosa para nosotros mismos, porque la persona que la recibe, nos lo agradecerá con el alma, que vale mucho.
No te niegues nunca a ayudar al desvalido, porque este te devolverá con creces el favor que le haces. La vida da muchas vueltas y lo que das hoy, lo puedes necesitar mañana y hace falta una persona que te lo de.
Hay personas para todo. No siempre se puede dar lo que nos piden, porque hay mucho aprovechado y listo, que está a ver que puede pillar por ahí.
No te importe, al dar limosna, en qué la va a gastar. Él verá lo que le conviene y lo que no.
Muchas personas dicen: es que se lo va a gastar en drogas. Yo no se lo doy.
No nos debe a nosotros incumbir eso. Cada uno sabe llevar su vida, si bien es bueno, dar un consejo. ¡Mira que bien lo haces! Debemos decirle.
Debemos ser buenas personas y dar limosna a quien nos la pida, sin importarnos en qué la va a gastar.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 21 de septiembre de 2018

HAY QUE SOÑAR


Despierto, que estamos vivos, que somos felices, que nadie puede con nosotros, porque somos invencibles, que esto es un juego de niños, que amamos, servimos y disfrutamos con los demás, que Dios nos ama y nos rescatará para el Cielo, que somos duros como el granito contra el mal que nos acecha en cada esquina, que somos los reyes de la tierra…
El soñar es libre y cada uno sueña lo que quiere, con su familia, con sus amigos, con su perrito, con su canario que canta mejor que ninguno, con cualquier mascota que podamos tener.
Es duro luchar cada día, en nuestro trabajo, en casa, con nuestros quehaceres. Pero todo tiene su recompensa: si trabajamos, cobramos. En casa la mujer lucha por su familia, que le paga en cariño. El niño, en la escuela, se forma para ser un hombre o mujer de provecho, que pueda acceder al más complicado trabajo.
Hay que soñar con un mundo mejor, sin sufrimiento, donde todo es alegría. Que el trabajo no sea tal, sino alegría de vivir, en un mundo que nos ofrece todo lo que podamos imaginar y más.
Nuestra mente no comprende como puede ser ese mundo soñado, donde todo es bueno y no existe el mal, el engaño y la brujería. Porque allí no hay mala gente. Todos son buenos a más no poder. No nos fastidian con sus problemas, simplemente, porque no los tienen.
¿Os imagináis no tener problemas de ninguna clase? Tener todo el tiempo del mundo para hacer lo que nos apetezca? Ser todos iguales de altos, de guapos, de salados, de richarracheros, de alegres, de formales, de graciosos
En el fondo del corazón, de cada uno de nosotros, están todas esas cosas y más, que no podemos imaginar, porque vivimos en un mundo malo y austero, que en nada se parece a la bonanza del Cielo.
¿Qué os parecería un baño en un mar tranquilo, climatizado y sin vergüenza de enseñar nuestro cuerpo? Estupendo ¿No?
Todas estas cosas están por llegar. No las dejes escapar.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 20 de septiembre de 2018

LA PASIÓN POR EL FÚTBOL


En España es el deporte que más seguidores tiene. Cada uno tiene su equipo favorito. Bien puede ser el de su tierra o uno de los grandes. Mucha gente son aficionados del Real Madrid o del F. C. Barcelona, sin ser esa su tierra. Son los favoritos a ganar los títulos de la temporada.
Cada fin de semana se juntan los hinchas para ver los partidos de su equipo en bares y terrazas. Yo no lo puedo negar, soy del Barcelona. Son los colores del club los que nos pierden.
La temporada pasada el Madrid ganó la Copa del Rey y el Barcelona, la Liga. El Madrid, se dice, tiene más equipo, pero eso no lo es todo. También interviene la suerte, el estado de ánimo de los jugadores, el estado del campo, las condiciones meteorológicas…
Está la primera división y la segunda. La primera es la que tiene más seguidores. Son los mejores equipos de España. Un partido normal dura 45 +45 minutos, primera y segunda parte, en la que los equipos ganarán, perderán o empatarán. Se dice que gana el que mete más goles. Si meten los mismos, empatan.
Si un equipo gana, se lleva tres puntos y el otro ninguno. Si empatan: un punto para cada uno. Gana la liga el que más puntos tiene al final de la temporada. Es una ventaja jugar en el campo propio, porque es conocido y porque hay más animadores, que son otro aliciente para el equipo.
Esta temporada acaba de comenzar. Llevan dos o tres partidos. Este deporte es apasionante, porque te tiene en vilo, desde el primer minuto hasta que acaba el partido. Lo importante es meter los más goles posibles, pero con superar en uno, al otro equipo, se lleva los tres puntos.
El equipo de muchos malagueños es el F. C. Málaga que está esta temporada en segunda división. A estos señores les tira más su tierra que los grandes equipos, aunque pierdan y estén en segunda división.
Es un duelo de titanes que ganará el mejor o quien más goles meta.
Les deseo buena liga a todos los aficionados.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL HADA BUENA


Había una vez una niña que se sentía desgraciada. Nadie la quería, ni su familia, ni sus compañeros de colegio, ni sus profesores y ella no hacía más que llorar y llorar. Un buen día se le apareció un hada buena, que vino a consolarla. Le dijo niña bonita, yo si te quiero y eres una niña muy linda. En el país del nunca jamás caben todas las niñas como tú, porque tenéis buen corazón, aunque no seáis muy guapas, tenéis otras cualidades que os hacen ser queridas por todos los duendes de aquel país.
El hada le cantó algunas cancioncillas, que levantaron el ánimo de la chiquilla, que desde aquel día vive feliz. No le importaba que la llamasen fea o mema, ella sabía que todo era mentira, que ella era tan rica muchacha como cualquier otra.
El hada la visitaba de vez en cuando, para darle ánimos y que no volviese a caer en la depresión, que tenía cuando la encontró el primer día. La niña reía sin parar y era muy feliz, porque ya no se sentía desdichada en un mundo de tontos, que no saben más que criticar. Para todos los desafortunados y tristes del mundo, han de saber que tienen un hada buena, que vendrá a consolarles cuando estén tristes y le vaya mal.
Nuestra niña mejoró en el colegio y sus profesores la estimaban, como una buena chica, que en sus ratos libres cantaba cancioncillas pegadizas, que alegraba a quien la oían cantar con alegría.
Las hadas no son cosa de cuentos, existen en realidad. Van de acá para allá, buscando a niños y niñas a quienes consolar, porque le vayan mal las cosas, porque estén tristes y se sientan desdichados. Si alguna vez te ocurre esto, piensa en tu hada buena, que en cualquier momento puede aparecer y hacer cambiar tu cara, chavalÍn, chavalina que no llores por nada, que no te sientas triste.
Quien no cree en las hadas, es porque no ha sido niño, necesitado de cariño, de buenas personas que te hagan sentir bien en la vida y en la convivencia con los demás.
Para los mayores también hay hadas, pero esto es más difícil de contar.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 18 de septiembre de 2018

NUNCA DIRÉ, NUNCA JAMÁS


No juraré por nada ni por nadie, que no haré tal o cual cosa, porque puede que las circunstancias de la vida, me obliguen a hacerlo, habiendo jurado en falso. Yo diré no haré esto, pero no juraré por lo visible o invisible, que sea incierto una cosa en mí.
El destino puede mucho y mañana pueden cambiar las cosas. Lo que hoy es seguro, mañana puede ser inseguro. Sabemos lo que somos capaces de hacer y no hacer, pero no sabemos lo que el destino nos puede deparar.
Quien me iba a decir a mí hace 30 años, que hoy estaría aquí escribiendo, para quien lo quiera leer, cuando lo mío es conducir vehículos de mercancías y viajeros. Pues si lo hago y hay a quien le gusta.
Yo estaba seguro de que mi familia no se rompería y, sin embargo, se rompió y andamos cada uno por un lado. Yo confiaba plenamente en mi pareja, pero un buen día, me falló y destrozó mi vida.
Ahora ando por otros caminos y no estoy disjustado. Me las apaño bastante bien. Tengo más amigos que enemigos y el mundo sigue su curso con bastante celeridad. Insisto, no me quejo de nada. Mi camino es este y lo sigo alegremente y sin protestar.
Las personas, muchas veces, nos encontramos en una encrucijada de caminos y cada uno elije el que cree, que le viene mejor.
No se puede jurar, porque mañana pueden cambiar las cosas y nos arrepentimos de haberlo hecho y ya no tiene solución. Hay que tomar medidas antes de que ocurra. Luego ya es tarde.
Se puede prometer por nuestro honor, que no haremos lo que sea, que lucharemos por no hacerlo, pero nunca sabemos cómo van a salir las cosas. Por lo tanto, no jures nunca.
La vida nos deparará cosas buenas y malas. Agrandemos las buenas y demos de lado a las malas.
Muchos juran por su persona y por Dios que no harán tal o cual cosa y luego terminan haciéndola.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 17 de septiembre de 2018

MI AMIGO CRISTÓBAL


Siempre que me lo encuentro, me saluda, me pregunta que a dónde voy y me dice que si quiero tomar algo. Unas veces se lo acepto y otras no. Esta mañana me ha invitado y le he dicho que la próxima me toca a mí. Él dice que no tiene importancia, pero el dinero a nadie le sobra.
Me lo encontré un buen día en la frutería. Me empezó a hablar, que qué iba a comprar. Yo le contesté que unas cosillas para la casa. Me dice: eso está bien. Hay que llevar comida a casa. Yo también he venido a comprar fruta. Que si esta está mejor de precio, que si aquella está pasada. Así estuvimos un rato hablando, tanto que quedamos por amigos.
Él es 28 años mayor que yo, pero eso no importa, los amigos a cualquier edad. Es muy buena persona. Me ve y me dice: de qué da el día hoy. Yo le contesto: pues de compras y a dar un paseo Cristóbal.
Ojalá hubiese muchos como él. La mayoría van a su apaño y si les saludas, por poco te contestan. Hay personas para todo en este mundo. Por aquí anda mi amigo Paco con una chica, que no es su novia. Siempre que puede, me da un cigarrito. Era íntimo amigo de nuestro querido y ya desaparecido, Antonio. Por aquí nos juntamos un puñado de buenos amigos, están Joaquín y Juan, algunas veces viene Bernardo a tomar una cervecita. También viene, de vez en cuando, mi amiga Bea con su esposo.
Vengo de la asociación y, como siempre, he parado a escribir un artículo y se me ha ocurrido escribir de mi buen Cristóbal y la gente que por aquí anda. Son gente del barrio o los alrededores, que bajan a tomar café o chocolate con churros u otros desayunos o meriendas.
Muchas veces tiene que hablar uno con alguien y no lo encuentra. Aquí estoy sentado yo y ha llegado una  amiga de la Asociación, Pili, con su amiga y el hijo de esta, que se han llegado a merendar. Me ha invitado.
Por aquí siempre hay gente conocida, se toma uno algo y charla con los amigos.
Voy a cerrar este escrito diciendo a toda la gente buena, que siga siendo buena, que su premio tendrá.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 15 de septiembre de 2018

CON CORBATA


Es indudable que un hombre, incluso una mujer, está más elegante con corbata. Yo me las he puesto y todos me echaban piropos. A la mujer le gusta que el hombre lleve corbata, es más distinguido.
Ya son pocos los hombres que se la ponen, está un poco pasada de moda. Sin embargo es un aliciente para la persona que la lleva. Se siente guap@.
Hay personas que la tienen que llevar por su trabajo. La mayoría de los hombres son reacios a ponérsela. El estar en una empresa de seguros, de venta de viviendas, de ropa de lujo, hace que sus empleados tengan que llevarla. La mayoría no la llevarían, si no les obligasen.
Yo he trabajado en la EMT y entonces era obligatoria la corbata, en invierno, en verano, tan solo la línea del aeropuerto. A mí me gustaba mi uniforme. Ahora es más feo. Quien no quiere no la lleva.
Los abogados, jueces, los empleados de grandes almacenes, hoteles y algunos servicios públicos, están obligados a llevar corbata. Los deportistas, cuando van de gala, la llevan. Los políticos suelen ir con ella.
Las mujeres suelen llevarla menos. Es, la suya, una forma distinta de vestir. Ellas se ponen pañuelos, mantillas, etc. En invierno claro, en verano van más descotadas, a no ser que su empresa las obligue.
Es de muy buen gusto vestir con corbata, a juego con la camisa. Con zapatos negros y cinturón a juego hace que un hombre vaya bien vestido. Las hay lisas, estampadas, de rayas, de lunaritos y de un amplio abanico de formas y colores, para el gusto de todos.
También existe la pajarita, que es un sustituto de la corbata. Pelado, bien afeitado y con ella puesta hace que un hombre esté de dulce.
Para las celebraciones, bodas, comuniones, bautizos y galas se suele llevar corbata.
Los novios, los hombres suelen llevarla al casarse y luego se la cortan en cachitos y cada invitado que quiera dará una propina, por un trocito de ella. Para tener un recuerdo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 14 de septiembre de 2018

TATUAJES


Están muy de moda, pero a mí no me gustan nada. Son manchas, muchas sin sentido y sin decir nada. Si al menos fueran de bonito colorido, flores o motivos dedicados a una mujer, su nombre o a un hombre, el suyo. Pues no, son de color oscuro y no dicen nada al buen gusto de una persona normal. Yo creo que se los hacen porque se llevan.
En brazos, piernas, espalda se hacen esos dibujos. Para mí lo peor es que son manchas. Si fueran dibujos que representaran algo bonito de este mundo: una flor, un animal, un motivo elegante, un nombre de persona, en definitiva, algo que haga honor a la vida.
Algunos son terroríficos, otros parece que la persona va con pantalón o camisa larga. Por muchas vueltas que se le dé, son de mal gusto, para buen entendedor. Diréis que soy un antiguo y yo digo que sois demasiado modernos. Si fuera un motivo pequeño, algo bonito.
Si fuesen letras bonitas que dijesen algo bueno: amor de madre, te quiero Mari, mi Manolo, pero no una algarabía de manchas que nadie entiende y no se para que sirven. Todavía, si fuera algo sexy, un cantante, tendrían algo de razón, pero no son manchas amontonadas y sin sentido.
El caso es llamar la atención de las demás personas, con su tatuaje horrendo, que la persona que lo lleva se cree que va preciosa y no es ni más ni menos que lo contrario. Están de moda y hay que llevar un tatuaje.
Ojo que con su postura no hacen daño a nadie, pero van llamando la atención, como dirían ellos dando el cante.
No hay razón de ser al mal gusto de tantas personas que los llevan. No se ven desde fuera, sino no se tatuarían. Se ve que les sobra el dinero, porque valen caros.
Con lo bonito que es vestir bien, acompañan a estos horrores prendas extravagantes de color negro, que es el más feo que hay.
Ya podían vestirse bien, elegantemente, moderno, con camisas rameadas y las mujeres con ropas estampadas y de croché.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 13 de septiembre de 2018

POBRE DE ÁNIMO


Es la persona que tiene mucha vida interior, pero poco ánimo al enfrentarse a la vida. Es dichoso porque se siente feliz consigo mismo, pero no es muy hablador y no tiene mucha relación con su entorno de familia y amigos.
Vive su vida a su manera, a nadie ofende, pero sufre con las injusticias de este mundo. No está conforme con la forma de proceder de sus conciudadanos y demás.
Puedes hablarle, que él te contestará, te saludará y preguntará por tus cosas. No es ambicioso, es tolerante, amigo de los amigos y de los que no lo son, también. Escribe sus historias, porque no tiene palabras para dialogar, con los que se encuentra en su camino.
Su afán es reunir al mundo en una gran familia, que todos se lleven bien y que no haya odio, envidia, avaricia y malos modos. Que la vida funcione bien, como ha de ser y no como la dibujan los malos con su mal y mundano proceder.
Le gustaría vivir una larga vida orientada siempre al bien del mundo. Que las personas se llevaran bien, cada día más y que no hubiese injusticias, sobre todo, con los pobres de ánimo.
Aunque su final se acercara, el pobre de ánimo, te seguirá sonriendo. Te seguirá alegrando la vida con sus cosas.
Es feliz fumando un cigarrito o bebiendo un descafeinado, escribiendo sus historias, tratando de con ellas unir la vida de todos sus hermanos, que son todos los hombres y mujeres del mundo.
Su vida transcurre lentamente, entre hacer la compra por la mañana, echarse una siesta y por la tarde, ir a pasar lo que escribe a ordenador, con el solo ánimo de que lo que narra, llegue a algún corazón bueno y divulgue el mensaje de paz que quiere, con sus susodichos escritos, llegue a toda persona buena, que son muchas.
Si este faltase, que alguien mejor le sustituya, por el bien de toda la comunidad de los hijos de Dios.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA EDUCACIÓN


Una persona educada cae bien en todo sitio. El pedir las cosas por favor, en un comercio, por ejemplo y dar las gracias tras ser servido, tiene mucho que decir de una persona bien educada. En un supermercado, cuando no encontramos algo, vemos a un empleado y le preguntamos: tal o cual artículo, ¿dónde está, por favor? Él no lo indicará amablemente y nosotros le daremos las gracias.
Cuando no conocemos al empleado le decimos: señor o señorita, me puede indicar dónde están las legumbres, por ejemplo. Dicho señor o señorita se sentirá agasajado y dirá para sí: “que hombre o que mujer más bien educada”” Así da gusto”.
Cuando saludamos a una mujer de cierta edad, debemos decirle: buenos días señora y nos contestará con gracia. Eso es agradable para ambos y otra vez será ella la que nos salude a nosotros, si es persona de educación. Si es de mala educación, no la saludes y asunto solucionado.
Debemos ser servidores y no servidos. Ayudar a quien lo necesita, en el momento adecuado. Dar, por ejemplo, para el autobús a quien lo necesita. No fruncir el seño cuando nos piden algo que nosotros, sin gran esfuerzo, podemos dárselo.
No debemos ser escrupulosos ni mal pensados. No nos debe dar asco dar la mano a una persona callejera y no debemos pensar mal de él. Que si está así, por algo será, seguro que es de mala familia, o mil cosas que se nos pueden venir a la mente en un momento dado.
Resulta que hay mucho aprovechado en la vida y por eso no nos fiamos. Hemos de tener la vista clara y la mente fría, así como el corazón caliente, a la hora de tomar una decisión, para que esta sea acertada y justa en los devatares de la vida.
En nuestro trabajo, debemos ser amables, serviciales y correctos. Nos querrán los clientes y también nuestros jefes. No pongamos nuca mala cara a nadie.
Ser correcto y amable no cuesta trabajo y vale mucho.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 11 de septiembre de 2018

A MIS LECTORES


Mis más sinceras gracias a tod@s los que me leen, ya sea en Facebook, en su correo o de cualquier otra forma. Son mi aliento y mis ganas de seguir escribiendo, cada día sobre asuntos de interés social.
Yo sé que soy un poco pesado, pues os mando artículos, casi diariamente y vosotros todos los días no tendréis ganas de leer mis historias, un poco descabelladas y sobre los asuntos más variopintos, para variar de tema, en esta tertulia que yo os mando a vosotros.
Mi afición por la escritura viene de lejos. Cuando era más joven, escribía canciones y hacía los escritos que me solicitaban. Ya que no puedo conducir coches, conduzco vuestros corazones, si me lo permitís.
Yo no soy muy dialogador. No me salen las palabras, pero con el bolígrafo en la mano, la cosa cambia. Dame un tema y te escribiré una página entera hablando de dicho tema. Mis profesores y médicos, me han puesto a prueba, a ver que salía de mi mollera. El resultado fue bueno.
Tanto unos como otros, se quedaban maravillados, de las cosas que se me venían a ocurrir. Mi vocabulario no es muy amplio, ya que no tengo estudios. Tan solo cursé el 1º del antiguo BUP. Sin embargo, me enrroyo que da gusto, con mis poquitas palabras, hago un relío, de temas que a mucha gente gustan.
De nada valdría mi esfuerzo, si detrás de la pantalla no estuvierais vosotr@s, desmenuzando cada página, que con gusto, os mando.
Mi mayor pena es que tengo que venir al Puerto de la Torre a pasar y enviar mis escritos. Me gustaría que estuviese más cerca. Me canso mucho con tanto viajar, pero no importa. Mientras tenga un@ que siga mis escritos, yo seguiré escribiendo.
Si queréis podéis mandarme a mi correo electrónico, los temas que os interesan, que yo con ganas intentaré de satisfaceros.
Os doy las gracias una vez más por leer mis royos, cosas que pasan por aquí y por allí.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 10 de septiembre de 2018

NUESTROS MAYORES


Les debemos gran respeto y admiración, por habernos criado, tal vez, en condiciones precarias, sin medios, ahorrando un chavo para darnos de comer. Trabajando de sol a sol, para ganar una miseria.
Les hemos de tener cariño, porque con sus vivencias, nos pueden aconsejar, guiarnos en esta vida, que ha cambiado mucho, pero lo esencial no ha cambiado: el cariño, el llevarse bien, los buenos modales y sobre todo el amor por nuestros más allegados.
La vida es un pis pas, que se pasa volando, debemos vivirla de la mejor forma posible, para que, cuando seamos mayores, nos respeten. Igual que nosotros habemos de respetar a esos viejecitos, que con cariño, nos orientan y nos guían por el mejor de los caminos.
60, 70, 80, o 90 años pueden tener nuestros padres o abuelos y nosotros debemos respetarles como si fuesen centenarios, porque ellos han vivido lo que nosotros estamos viviendo ahora y de antemano saben lo que nos va a ocurrir, cuando tomamos una decisión, por eso mismo, porque ellos han vivido las mismas situaciones.
No importa que en sus tiempos no hubiera móviles, ordenadores o coches de última tecnología, la vida fue, es y será la misma, aunque ellos fueran en burro y su colchón fuera de lana de oveja o incluso de paja.
No nos debe importar que, a veces, se pongan chinchosos. Sus huesos han trabajado duro y ahora les duelen y, por tanto, se quejan. De ellos debemos aprender, para que el día de mañana no nos duela todo y seamos unos valdaos como lo son ellos.
Que la luz del sol no se apague en nuestras almas, que brille en todos como una lámpara incandescente y sepamos guiar a nuestros hijos, igual que ellos nos tratan a nosotros y seamos luz del mundo, que buena falta le hace.
Amemos a nuestros mayores, que no tengamos que decir, cuando se vayan, que buenos y dulces eran mis padres.
Que vivan nuestros mayores, que son lo mejor del mundo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 8 de septiembre de 2018

DEBÍA SER Y NO ES


Que el que menos tiene que hablar, es el que no calla. Siempre tiene argumentos para hacer valer su palabra. Alza la voz y grita y la pone en un pedestal, cuando debiera callar.
Es mentiroso, arrogante y se siente orgulloso de su forma de ser. Va fisgando a ver que puede oir para para publicar sandeces, que son lo que salen de su boca. Si oye la verdad, la niega y dice sus mentiras como si de una realidad se tratase.
Está por todos sitios oyendo realidades, para cambiarlas a mentiras, que es su razón de ser. No lo hace sin saber, conoce la verdad, pero es hijo de la mentira y eso es lo que sabe hacer, mentir a diestro y siniestro.
Oye y ve del revés. Si un camino es resto, él lo pone torcido, para ser la más cruel irrealidad, que anda por el mundo. Es inteligente, pero esta cualidad la usa tan solo, para hacer el mal.
No existe para él otra ley que no sea la suya. Es vago por antonomasia y su trabajo es mentir, chivatar y promulgar lo indecible, por unos caminos que no recorren más que los necios.
Es vergonzante su lengua viperina de serpiente venenosa, que muerde al más apocado, porque es cobarde como la gallina y ataca como los lobos.
No tiene país, porque su casa es el mundo, donde predica sus mentiras a esos pobres crédulos que lo creen todo. Su patria es el mal.
Exagera los males y achica los bienes, para hacer grande su mundo de mentira, que no existe y solo tiene un monumento, el pozo sin fondo, que es la crueldad del que no sabe hacer otra cosa.
Tengo ganas de pillarle por banda. Se va enterar lo que es bueno. Lo que vale un kilo de pan sin miga. Va a correr de mi como si hubiese visto al demonio, que en realidad es él.
Que viva la VERDAD, con mayúsculas y la mentira se hunda en el fango del infierno, que es donde deben estar los que promulgan la mentira y el engaño.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 7 de septiembre de 2018

LEER PARA DISFRUTAR


Para un lector, esto que yo escribo serviría para abrir boca. Un buen lector necesita medio Quijote para echar unos buenos ratos de lectura. Se beben, literalmente, los escritos y disfrutan con ellos. Yo escribo para pequeños lectores, que se conforman con poco.
La lectura es un “deporte” que curte la mente, la entretiene, y hace ameno un rato de ocio. Es raro, pero yo no leo. He leído dos libros, no enteros, en mi vida: Platero y Yo y la Biblia y la verdad que me gustó la experiencia. Yo leía estudiando los textos y se me quedó lo que leí.
El lector gusta de aprender cosas nuevas, en la lectura que se lleva a la mente. Busca experiencias nuevas y sacar provecho de lo que lee, poniendo en práctica las vivencias reales o irreales que se cuentan en un libro, que para un buen lector, es un tesoro.
5 minutos bastan para que un lector abra un libro y se ponga a leer. Si tiene tiempo, se pasa horas pegado a un libro, lleno de aventuras y máximas.
Hay quien prefiere leer un libro que ver la película que adapta la obra de un buen escritor, que deleitará con sus ocurrencias, aventuras y desventuras, de unos personajes ficticios, que se saca del sombrero el escritor de marras.
Yo escribo porque me gusta que me lean. En mis escritos doy consejos de las cosas de la vida, que mi experiencia madura me permite dar. Cada cual que lo tome como mejor le venga. Yo sigo erre que erre.
Mis lectores dicen que lo hago muy bien y están contentos de tener un amigo, que escribe en prosa lo que para el alma es un verso.
Me gustaría publicar mis artículos, pero no tienen garra, son pequeños pedazos de un libro irreal, porque cada artículo, es un tema diferente y no tiene relación con una historia.
Si a alguien le agrada leerme, que me lo diga, que eso me inspira y me ayuda a seguir escribiendo.
Yo tengo muchos seguidores en la red, amigos y conocidos y gente que no conozco de nada.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 6 de septiembre de 2018

EL SACERDOTE


Era hijo de la luz y del viento y no creía en sus superiores. Su vocación le venía de dentro y amaba lo divino como ninguno. Sus creencias eran puras y se basaban en las Escrituras y en lo que su espíritu le comunicaba.
Su ilusión era servir a sus hermanos y no defraudar a Dios. Vivía en un sin vivir, porque la gente adoraba al demonio y sus cosas. Era hombre de bien, pecador, pero lo reconocía, mientras los demás vivían felices, en su interpretación de lo que decían los curas de Jesús, y de su caminar por este mundo de hombres incrédulos.
A pecadores y no a justos vino a llamar el Maestro, pero ni unos no otros le hacemos caso. Somos obstinados ante la realidad que se nos pone delante. Duros de doblegar delante de la verdad que llama a nuestra puerta sin cesar
El sacerdote de nuestra historia no era cura, porque no quería verse atado a los cánones de la parroquia católica y su séquito. Él era independiente, Apóstol de Jesús y seguidor de sus pasos.
Quería un mundo más justo, solidario y amante de la verdad. No tenía en el mundo a nadie superior, por eso no quería ser cura, que estaría atado a sus superiores jerárquicos y él era libre, en esta tierra de sufrimientos.
Viven sus hermanos, creídos en la verdad, que rozan el Cielo con sus acciones demoniacas y que, por tanto, no gustan a Dios. A Dios le gusta la verdad, el cariño, la sencillez y los valores humanos, que pueden ser divinos
Pero ¿quién es apóstol en nuestro tiempo? ¿quién nos dice la verdad sobre la tierra y el Cielo, sin desdén, con alegría y creyéndolo él mismo? “Busca y encontrarás” nos dice el Evangelio, “ven y verás”, prosigue, que el más raro que tú veas puede ser el emisario de la Palabra.
El sacerdote no quiere saber nada de rezos paganos, de gente que repite las mismas palabras, sin ton ni son. Cuando vayas a misa oye el Evangelio y dale su cumplimiento.
El sacerdote lo es por gracia de Dios, óyele y haz lo que tú interpretes bien de él.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

EL QUEHACER DE CADA DÍA


Puede hacer que nos sintamos bien, si lo hacemos de buena forma y con éxito. Si lo hacemos mal, nos sentiremos poco motivados y caeremos en la monotonía, que mata al hombre.
Es muy sencillo llevar nuestras tareas de buena forma y no torcer el hilo de las riendas de ellas y por tanto, llevarlas mal. No debemos caer en la monotonía, que es el aburrimiento que nos lleva a hacer las cosas como máquinas. Somos humanos y capaces de enderezar los caminos de la realidad de la vida, que es el cariño por lo que hacemos cada día.
Nuestra tarea ha de ser como un hobbie, para que las cosas vayan bien, si queremos triunfar internamente en esta vida. Es difícil llevarlo bien. Si sonreímos ante las adversidades, todo nos irá de primera.
Que una cosa me sale mal, pues otra me irá bien. No hay que tener miedo de nada, pues somos los reyes de la creación y como tales, herederos del bien del Cielo, que debe ser nuestra esperanza.
Tenemos comida y bebida todos los días, por ellos trabajamos y debemos sentirnos orgullos, de ser aptos para conseguirlos, con nuestro trabajo y dedicación, que son el premio a nuestro quehacer de cada día.
Peor está el que no tiene trabajo y quiere tenerlo, para demostrar a sus amigos, que es capaz de hacerlo con gracia y sabiduría.
El mundo está hecho a nuestra medida, pero tenemos que luchar por ganárnoslo. No debemos envidiar el bien de los demás, porque posiblemente tengan más problemas que nosotros mismos.
Debemos dar gracias por estar vivos, sanos, vigorosos y por tener una familia y amigos en quien confiar.
La vida nos sonríe, aplaudamos nosotros ese don, que no todo el mundo tiene en su mano.
Hagámosle un monumento a nuestro existir, que es el mejor del mundo, que nos ayuda y nos guía por este mundo de flores.
Que nadie dude de nuestro valor y gallardía para luchar por todos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 4 de septiembre de 2018

UN VERANO PARA MÍ


En cuanto a Al-Farala se refiere. En los meses de julio y agosto, se pueden contar con los dedos de la mano, los usuarios que han pasado por la Asociación. Allí me las he tenido que apañar yo solito, con el ordenador, eso sí, con aire acondicionado, que hace más llevadero  este verano.
Yo no me he rendido ante el calor y día a día he asistido a escribir mis artículos y a publicar fotos. Cuando llegue el invierno dirán que llueve y hace frío y tampoco vendrán a la que yo considero nuestra segunda casa.
Con más alegrías que penas, día a día, estoy pasando el verano allí, firme ante la tarea de divulgar cosas que pueden ser útiles a muchas personas del mundo hispano. Tengo bastantes seguidores en la red: compañeros de la EMT, amigos de la asociación, asistentes a mi casa y en Facebook, se cuentan por cientos las personas que me siguen, lo que llena mi corazón de alegría, ya que me siento realizado.
No es tan fácil como parece sacarse de la mollera un artículo todos los días, y no repetirse mucho en el contenido de estos. Hay hombres y mujeres que me siguen en la red y todavía no me han dicho que soy un pesado con mis historias. A unos les gustarán algunos artículos a otros menos, pero siempre encuentro algún mensaje de que les ha gustado mi erre que erre.
Ya ha perdido la cuenta de cuantos artículos llevo escritos. Yo creo que más de 600, lo que me anima a seguir escribiendo. Siempre los lee alguien y eso para mí es positivo
Tengo siete archivadores llenos de escritos. Lo importante es no aburrir a la gente. Yo no me rindo ante los problemas y sigo adelante, en esta lucha que empecé hace muchos años, tantos como tengo (54). Desde niño se han mofado de mí y ya ha llegado la hora del desquite.
Esos que en la escuela, la mili y en el psiquiátrico han hecho burla de mí, hoy reciben su merecido, al verme como salgo adelante, con más alegrías que penas.
Lo dicho, a seguir luchando, todos, por un mundo mejor, más solidario y más productivo para todos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 3 de septiembre de 2018

HAY QUE VER


Lo dura que es la vida para todos en general. Para unos porque no tienen que llevarse a la boca, para otros porque están solos, para otros porque están enfermos, para otros porque son mayores, para otros porque no tienen trabajo, para otros porque su trabajo les agobia, para algunos jubilados porque cobramos poco…
Hay que ver lo bonito que sería que todos tuviésemos lo suficiente: comida, calzado, ropa,  y una casa donde vivir. Lo bonito es que a nadie nos doliera nada, que viviéramos en armonía como buenos hermanos, que no nos costase trabajo trabajar, que todo fuera como un juego de niños, que no nos preocupase el paso del tiempo, porque no envejeceríamos jamás.
Hay que ver lo bonito que sería que siempre fuese de día, que no tuviésemos que dormir, que todo el tiempo fuese para disfrutar.
Que bonito sería que todos fuésemos del mismo parecer, que fuésemos como niños que no se cansan jamás, que juega a mil y una cosas a la vez, en un bello jardín plagado de césped y flores, pero sin espinas.
Que bonito sería que no nos tuviésemos que sentar ni acostar, porque no nos cansáramos jamás, que no tuviéramos ni frío ni calor, porque el clima de nuestra casa fuese perfecto, que no tuviésemos que comer ni beber jamás, porque nuestras necesidades están cubiertas. No tendríamos que procrear, porque somos todos los que estamos y estamos todos los que somos.
Que un río de agua cristalina corriera hacia el mar, donde nos bañaríamos a placer. La temperatura del agua sería perfecta y no nos daría vergüenza bañarnos sin bañador, porque nuestro cuerpo estaría cubierto de un traje invisible, que no nos veríamos nuestras intimidades, que no existirían.
¿Dónde está esto? Busca y veras que está dentro de ti, en lo más profundo de tu alma, en tu ser, en tu cuerpo de hombre o mujer, de niño o niña y es tu vida, la vida eterna que está en el CIELO.
Busca y hallarás pide y tendrás, se tú y lo verás que no estoy diciendo tonterías.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 1 de septiembre de 2018

HOY AQUÍ, MAÑANA ALLÍ


Hoy me he enterado, de buenas a primeras, que mi amigo A. Corpas ha muerto de un infarto al corazón. Él era joven (58 años) y se dolía de una rodilla y un hombro, padecía atnea del sueño, pero, que yo sepa, del corazón, nada de nada.
Ha dejado sola a su madre, de 83 años de edad y que, el único cariño que tenía en casa era él. Ana, su madre tiene más hijos, pero andan cada uno por su lado. Antonio le hacía todas las cosas de casa: desde limpiar, lavar la ropa hasta la comida y el cuidado de ella.
Sus amigos estamos consternados por su repentina muerte y es que no somos nada en esta vida: hoy aquí, mañana allí. Bueno, pensándolo bien se ha ido a descansar, a ese sitio que nos tiene reservado Dios, para los que mueren, entretanto viene Jesús y nos lleva a presencia de su Padre.
Será el día del juicio final, donde se desvelarán todas las cosas, que cada uno ha hecho, buenas y malas. Las buenas nos alzarán, y las malas nos serán perdonadas por Dios, Señor nuestro. Ese día enjugará todas las lágrimas, de los que sufrimos en esta vida, que somos todos.
Dios no disfruta viéndonos en este mundo malo para todos, sino que sufre y llora por nosotros. Lo hace más por el que más pesares tiene en esta vida. Los demás también sufren, pero a la vez viven bien, porque no tienen grandes problemas.
Paco y yo nos hemos quedado sin quien nos aconseje bien. Era nuestro amigo del alma y nos decía lo mejor para nosotros, seriamente.
Yo quisiera desaparecer de este mundo, como lo ha hecho él, de repente, sin sufrir, porque bastante tengo ya. Solo por parte de mi familia, que no sé por dónde anda.
Menos mal que tengo el cariño de mis padres, que sino estaría como otros enfermos mentales: malviviendo en pisos o casas hogar de Faisem, donde el cariño no apremia, ya que todo es sufrimiento y mala vida con gente que no está bien.
Os pido una oración por el alma del buen Antonio, que vaya al Cielo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.