Es una de las formas de energía. Es un agente físico que se
manifiesta en ciertas sustancias, que por frotación o compresión, adquieren la
propiedad de atraer cuerpos ligeros o producir chispas. Su origen se atribuye a
la separación o movimiento de los electrones que forman los átomos.
Dicen que es cara, pero yo pienso que si tenemos en cuenta la
multitud de servicios que nos da: luz para alumbrarnos en casa o por la calle,
alumbrado para que los vehículos puedan andar de noche, energía para mover los
trenes, para la industria, para el frigorífico, la televisión, el ventilador o
aire acondicionado, la estufa, la plancha, el microondas, las modernas
hornillas de vitrocerámica…
Es una comodidad que antaño no tenían. Hace nuestra vida más
cómoda.
Ya hace tiempo que se inventó y viene a sustituir a otras
energías como el carbón la leña y, a veces, las pilas y el gas butano.
En la industria y en el hogar se hace imprescindible y nos
ayuda en nuestra vida diaria. La parte oscura de ella son las centrales
nucleares, que contaminan mucho. Modernamente se están sustituyendo por la
energía eólica. Otra forma de producir electricidad es hacer caer sobre unas
bobinas un chorro de agua, otra: las olas del mar.
Con solo pulsar un botón, tenemos luz y servicios a nuestro
alcance, que nuestros abuelos no podían imaginar.
Lo más moderno quizá sean los coches eléctricos o híbridos,
que se mueven total o parcialmente gracias a esta energía maravillosa, que
viene a hacer más fácil nuestras vidas.
Finalmente, decir que es una de las energías más completa y
barata que existe en esta sociedad consumista, pero cómoda que el mundo nos
ofrece para hacer nuestra vida más fácil, tan solo que para que sea barata la
tienen que producir las centrales nucleares.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.