Hay complejos para todos los gustos. Los peores son los que
hacen a la persona creer que es más que los demás. Aquí somos personas todos,
chispa más o menos.
Hay quien se tiene de creído y quien se tiene de torpe. Hay
quien se tiene de espárrago subido (alto) y quien de pequeñajo. Hay quien se
cree que está muy gordo y quien está muy delgado. Hay quien se tiene de cabezón
(en el sentido de cabeza grande) y hay quien se cree que la tiene muy pequeña.
Hay quien se cree un obstinado y quien se cree un corderito…
El caso es que todos somos personas, más tuertos o más
daleados y que nadie va a cambiar. Si uno es feo otra será creída. Si uno es
chistoso, el otro será formal. Si uno tiene poco pelo, el otro será un
melenas. Además hay quien tiene pelo y
se lo afeita…
Si uno se las da de gracioso, el otro caerá en gracia. Si uno
es pobre y el otro rico a lo mejor el pobre es más honrado y caritativo que el
primero…
Si uno es torpe en sus tareas el otro será un manitas que
todo lo resuelve. Si uno es muy comilón, el otro comerá poco. Si uno da lo que
tiene, bastantes tacaños hay ya…
Si uno es muy vago, siempre habrá quien sea trabajador. Si
uno va de guapo por la vida, otra será guapa y no presumirá. Si uno tiene las
orejas grandes, otro las tendrá pequeñitas…
Si uno es un narigudo, otro no tendrá donde ponerse las
gafas. Si uno tiene los ojos grandes y verdes o azules, otro los tendrá
pequeños, pero dulces y cariñosos…Si uno tiene las piernas muy largas, otro
será un paticorto. Si uno tiene la cara corta el otro será un loro…
Si uno no sabe leer, otros tienen carrera, pero menos
vergüenza que el primero…
Si uno es un vividor, otro será casero. Si uno tiene un
nombre bonito, otro se llamará Feldespato…
Si uno se las da de creído, otro será honesto. Si uno va de
guasón por la vida, otro la tomará muy en serio…
Como puede verse en estos ejemplos hay para todo en esta
vida. Muchas veces el complejo es una desgracia: que le falte un dedo o una
mano, que esté cojo, que le falte una pierna, que sea visco o le falte un ojo,
que sea un inocente…
Este mundo no es perfecto, de ahí los fallos que tiene, pero
si se saben sobrellevar, todos viviremos en paz, armonía, ayudando a los más
desfavorecidos.
El caso es ser persona, noble ante todo, simpático, agradable,
cariñoso educado, bien avenido, sonriente, fuerte ante la adversidad, valiente,
cuando hay que serlo…
Hay un momento para la risa y el cachondeo y otro para estar
serios y ser formales. No vale reírse del desgraciado, No vale dar bromas
pesadas. No vale ser un pesado…
Que cada uno se aplique el parche y que no vaya por la vida
de gorrón, aguafiestas, metomentodo…
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.