martes, 31 de julio de 2018

UNA CUNA DE ORO


Se merecía ese niño y, sin embargo, Él y su Padre quisieron, que viniese al mundo en la más absoluta humildad. Nació en una cuadra, del vientre de María, virgen, y por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació en belén de Judá, donde fue llevada María, embarazada, llamados por el Rey de Israel, para hacer el censo. Como no había posada en el pueblo, vinieron a hospedarse junto a mulas, asnos y algún animal más. Fue aquella noche cuando llegó el momento de dar a luz.
María dio a luz un hermoso bebé, primogénito y único hijo, que como nació, vivió toda su vida. Él habría de llamarse Rey de los Judíos, no era servido, sino que vino a servir a su pueblo y por extensión a toda la humanidad. A todas las generaciones venidas y por venir, desde el principio de los tiempos, hasta el día del Juicio Final.
Creció en el más absoluto anonimato hasta los doce años, cuando leyó (téngase en cuenta que Él no fue a la escuela), un pasaje del Antiguo Testamento, ante los prelados de la Sinagoga, los que quedaron asombrados de la inteligencia de aquel niño y de como interpretaba las Escrituras, que un día el Profeta Esdrás, reunió en un libro.
No fue hasta los treinta y tres años, cuando Jesús eligió a sus Apóstales, después de las bodas de Caná , donde por deseo de su madre, convirtió el agua en vino, pues se le había acabado y resultó ser mejor vino que el que ellos tenían.
Desde Pedro hasta Juan, pasando por Andrés, Judas Tadeo y Judas Iscariote (el que le vendería después por doce monedas). Jesús fue eligiendo a sus doce Apóstoles, uno por cada una de las tribus de Israel de aquellos tiempos.
Predicó la palabra de Dios, para que viniéramos a ser redimidos todos los seres humanos. De ello se encargarán los primeros doce Apóstoles y por gracia del Espíritu Santo, todos los Apóstoles que ha tenido y tiene la Iglesia, desde Jesús hasta nuestros días y tendrá en los tiempos venideros para la salvación de todas las almas buenas.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 30 de julio de 2018

LA VIDA ES APASIONANTE


La vida cotidiana, sin necesidad de correr aventuras, hace viajes ni cosas extraordinarias, es fantástica. En el trabajo, con la familia, con los amigos, allí donde te pudieras encontrar, la vida puede ser una aventura, desde que naces hasta que eres abuelo.
De niños, jugando, podemos hacerla muy interesante, importante, ya desde nuestros primeros días. Casi sin saber hablar, ya sabemos lo que queremos, lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Durante esta época, juegan un papel muy importante los padres, con la educación que les dan a sus hijos.
En el colegio, desde la guardería hasta que estudiamos una carrera, son los profesores, junto con los padres, los que se encargan de que sus hijos sean responsables, de que estos niñ@s, est@s hombres y mujeres, reciban unos conocimientos técnicos, para que cada persona pueda ser lo que quiera en su vida.
Todos estos momentos pueden ser apasionantes, importantes si se viven por minutos y le dedicamos la atención que merece, la formación de la persona, desde pequeñín hasta que se realizan los últimos estudios.
La cuestión es darle la importancia que tienen, a esos pequeños, cada minuto, cada segundo (de estudio o de trabajo), porque es nuestra vida y solo tenemos una y hemos de vivirla.
Cuidando nuestros hijos, la vida puede ser maravillosa, si nos apegamos a la realidad, a la verdad. Debemos enseñarles y aprender de ellos, porque, como suele decirse, solo los niños y los borrachos dicen la verdad.
En el trabajo, podemos disfrutar a lo grande, si tenemos vocación. No hacerlo solo por dinero, sino porque estamos contentos con lo que hacemos. Debemos respetar y ser respetados, por nuestros compañeros y jefes. Para eso debemos cumplir religiosamente con nuestro deber.
En vacaciones, aprovecharemos para disfrutar de las cosas que más nos gustan. Veinte y cuatro horas al día durante treinta jornadas, para hacer lo que nos dé la gana.
Hagas lo que hagas, pon el máximo interés en ello, tu vida será más apasionante.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 28 de julio de 2018

RIOGORDO


Es un pueblo de la Axarquía malagueña, entre Colmenar y Mondrón. En su jurisdicción, o sea, en el campo, me crie yo hasta los nueve años. Su gentilicio no se si es riogordeños o riogordenses. El caso es que nos llaman panzones. Por algo será.
Yo nací en Colmenar y buenas noches. Se le tiene este apodo, porque un señor llegó al pueblo, entró en un bar y dijo: “esto es Colmenar, buenas noches” en lugar de decir primero el saludo y luego preguntar si ese era el pueblo que él buscaba.
En Colmenar hace mucho frío, en invierno, claro está. Pues bien yo nací en la noche de un 25 de enero y cuentan mis padres que el frío arreciaba. Fue mi padre el que me llevó hasta mi domicilio, en el campo, en el Partido del Río, y dice que yo pesaba mucho. Claro que, desde el pueblo a mi casa hay 5 Km., que tuvieron que hacer andando, pues no había carril para coches.
En el campo de Riogordo, comencé mis andanzas. Cuentan mis padres que era un niño muy bueno. Me sentaban en mi mecedora y yo solo me quedaba dormido. Una vez caí de boca al suelo. Cuentan que corría mucho y que hablaba también mucho.
Un buen día, mi madre me mandó por pimientos y tomates a la huerta. Cuando llegué me di cuenta de que la acequia no llevaba agua. Vi en ella una anguila y no lo dudé, la cacé, la metí en el canasto y se la llevé a mi madre.
Por poco me pega. Me hizo llevar la anguila a donde la había cogido y, por fin le traje los frutos de la huerta, que estaba esperando desde hace un buen rato.
Riogordo es un pueblo no muy pequeño. Tiene 6 o 7 mil habitantes, que viven en su mayoría del campo. Hay olivos, almendros, cereales y huerta.
En cuanto a su río, que nace en la sierra de Alfarnate, le dicen gordo por su caudal cuando llueve, porque, sobre todo en verano suele llevar, más bien, poca agua. En sus charcas nos solíamos bañar los vecinos de por allí en verano.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.   

viernes, 27 de julio de 2018

EL DORMIR ES UN PLACER


Después de una larga jornada de trabajo o actividad, caemos en la cama como troncos. Ahora, en verano, gusta menos la cama, por el calor, pero en invierno se está la mar de a gusto, bajo las mantas en nuestra camita.
Es la mar de cómoda y no la cambiaríamos por otra cualquiera. Yo duermo 7 horas o 7 y media y, al medio día me echo una siestecita de ½ o una hora. Mi psiquiatra y mi enfermero dicen que, para mi edad, está muy bien.
Todas las noches dormimos, aunque estemos de vacaciones y nos acostamos tarde. Al final caemos rendid@s en la cama. Hay quien cuando no duerme en su cama, no lo hace bien. Se dice que la extraña. Yo no, duermo bien en cualquier cama. Al dormir, todas las noches y aunque no nos demos cuente, soñamos. Unas cosas agradables y otras malas o pesadillas. Son siempre cosas relacionadas con las vivencias que hemos tenido ayer o en los últimos días.
Dormimos a placer, o como suele decirse a la pata llana, que es un vulgarismo, pero que viene a expresar, que lo hemos hecho bien.
Podemos estar una noche sin dormir, pero al final, caemos rendidos. De noche se duerme mejor que de día. Lo digo por los que tienen que trabajar nocturnamente.
La oscuridad de la noche hace que durmamos mejor, al no haber luz. Hay quien le gusta quedarse dormido con la luz encendida, pero esto es un error, ya que se concilia más bien el sueño a oscuras.
Además de ser una necesidad, nos gusta dormir, porque descansamos y nos olvidamos de los problemas diarios. Sin embargo, no hay que abusar de la cama porque esto nos haría unos vagos.
Hay quien, antes de dormir, le gusta organizar juegos en la cama, con sus hijos o su pareja y luego a descansar.
Y por último, los que tiene pareja, la cama es para ellos es su nidito de amor, donde practican el sexo, juegos eróticos y es donde encargan sus hijos a la cigüeña.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 26 de julio de 2018

CIUDAD JARDÍN


Es una barriada de nuestra querida Málaga, situada al Norte de la ciudad. Está atravesada por dos calles: la principal, que es la más grande, por donde se sale hacia la carretera de Sevilla, Granada, Córdoba… y otra más pequeña, la antigua Carretera de las Pedrizas.
Entre una y otra calle, están las casas más antiguas y lujosas, con amplios jardines. Al lado de la Carretera de las Pedrizas hay casas y edificios de viviendas de baja altura.
Dispone de un paseo, en la calle principal, un carril de bicicletas y en la otra calle, hay amplias aceras que invitan a pasear.
Está rodeada por varios barrios como: la Sagrada Familia, el Parque del Sur, los Cipreses, Mangas Verdes, el Jardín de Málaga, la Alegría de la Huerta…Está a la izquierda del río Guadalmedina, que nunca lleva agua, porque tiene el embalse del Limonero a las afueras de la ciudad.
Tiene todo tipo de comercios: supermercados, fruterías, carnicerías, bares, restaurantes, (uno chino), una heladería, bazares, gasolinera, ferretería, video club, papelerías, compañías de móviles, taller de mecánica y neumáticos, dentistas, joyería relojería, compra de oro, bancos, loterías, cupones, mercado de abastos, consultorio médico, venta de coches y motos
Por sus calles salgo yo a comprar y pasear y es muy agradable encontrarse con los amigos, que vienen como yo a pasear y comprar, ya que, como se puede ver, hay comercios de todo tipo y algunos son más baratos que los de los barrios colindantes. Cuatro líneas de autobuses urbanos pasan por el barrio: El número dos, cuyo recorrido es del centro hasta Ciudad Jardín, el dieciocho, que va desde Ciudad Jardín hasta Teatinos-Universidad, el veinte, que viene desde los Prados por las Pedrizas, dando servicio a los Casinis, Cortijillo Bazan, Mangas Verdes, Hacienda los montes, Jardín de Málaga, Huerta Nueva y alegría de la huerta y por último el número treinta, que va por Ciudad jardín hasta Mangas Verdes.
Este es un barrio, mayormente de trabajadores. Si quieres venir a visitarnos, te alegrarás. Serás bien recibid@.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 25 de julio de 2018

SER VALIENTES


Implica ser leales a nuestras propias ideas, pero no a lo primero que se nos viene a la mente, sino lo que nos dicta el corazón, que siempre es bueno para tod@s. Esto parece fácil, pero no lo es, porque hacer lo sencillo, es lo más fácil del mundo.
Sin embargo, hacer caso a lo que verdaderamente creemos, es difícil, porque muchas veces no nos damos ni cuenta de que, la verdad existe y actuamos como necios ante los problemas.
Muchas veces decimos: “voy a hacer esto” y lo que hacemos es todo lo contrario. Y es que no nos damos cuenta, de que nos engañamos a nosotros mismos, y eso no es de valientes, es de cobardes.
La vida puede ser tan sencilla como compleja, dependiendo de lo que hagamos en ella. La mayoría de las personas son buenas, actúan automáticamente, sin complicarse y todo les sale bien. Otros persiguen el perfeccionismo y no dan pie con bola.
Todo es proponérselo y empezar, lo demás viene seguido y sin darnos cuenta, somos valientes ante las adversidades, de cada día.
En los momentos difíciles, es cuando debemos sacar a flote nuestra gallardía y, sin dudarlo, hacer eso que debemos hacer, con serenidad, sin alterarnos, poniendo en nuestra boca y en nuestros actos, las palabras y gestos, respectivamente, que procedan en cada momento.
En el trabajo, con la familia, con los amigos, hay que saber cuándo debemos decir que si y cuando que no, ante una cuestión determinada.
Hombres y mujeres somos valientes, pero es más fácil negarse a hacer, aquello que, por principios propios debemos realizar.
El miedo a que nos salga todo mal, nos hace desistir ante la verdad, que se nos pone delante y que no debiéramos desechar.
Es verdad que no somos perfectos ni máquinas, por lo tanto, muchas veces nos equivocamos.
Es cuestión de estar en el momento justo, en el lugar adecuado.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 24 de julio de 2018

DOLOR FÍSICO, DOLOR PSÍQUICO


El dolor físico lo conocemos todas las personas. Niños, adultos y sobre todo ancianos, bien por darnos un golpe o por las múltiples enfermedades que podemos padecer.
El dolor psíquico, lo conocemos las personas que padecemos alguna enfermedad de este tipo, que son muchas y, por desgracia, están muy extendidas.
Por estos motivos, a los enfermos mentales, no nos comprenden mucha gente, ya que aparentamos físicamente, que estamos más sanos que una pera y no es así. Nuestra cabeza no funciona todo lo bien que sería deseable.
Yo no me quejo de ser enfermo. Lo llevo bastante bien, lo que me molesta es que, se nos tenga por vagos, que no hacemos nada más que vivir del cuento. Que no trabajamos porque no queremos, que podríamos hacerlo y no nos viene en ganas.
Muy equivocadas están estas personas, que sus ojos no alcanzan a ver, un palmo más allá de su nariz.
Mirad a los que padecen las enfermedades raras. Sin saber porqué se sienten mal y no pueden trabajar. Yo no los critico ni digo nada malo de ellos.
Son cosas de la vida y hay que tomárselas como vengan. Ellas no tienen culpa de nada. Que más quisieran que estar sanos, en su puesto de trabajo y llevando una vida normal, con su familia y amigos.
Sin embargo, tienen que darse de baja en su trabajo y no pueden llevar una vida normal, con su familia y amigos.
Lo mismo que yo comprendo a estas personas, me gustaría que me estimasen a mi y a mis compañeros.
Estoy harto de decirlo, no somos bichos raros, somos enfermos que, algunos tenemos la posibilidad de trabajar en ciertos puestos, que no exijan mucho esfuerzo mental.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 23 de julio de 2018

NOS GUSTA QUE NOS AMEN


El cariño es tan amplio, tan extenso y tan popular como el planeta nuestro. Nos gusta dar amor a las personas, pero este cariño para ser completo, debe ser correspondido. Caso contrario, crea en el amante un vacío difícil de llenar.
Se aman las personas, pero también los animales. Y quién no ha oído que fulanita le canta a sus flores. Eso es porque las ama. Esto último es un poco extraño, pero es real. Les canta porque las plantas son seres vivos y tienen sentimientos como los demás.
Por supuesto que el amor más grande es el de las personas y dentro de ellas las parejas, con la consumación de dicho amor, con el acto sexual, que debe ser para traer hijos al mundo, que bien necesitado está de generaciones nuevas, por lo menos en los países más ricos.
También es amor el que se profesan los gais, lesbianas, bisexuales y transexuales. Lo que no veo yo tan bien es que mantengan relaciones sexuales. Eso lo veo como un vicio, como otro cualquiera.
Se quieren los niños, las personas mayores, los abuelos y lo hacen jugando, saludándose y compartiendo su tiempo juntos.
Bien paseando, en casa, en el autobús, en el bar o donde quiera que dos o más personas coinciden, se saludan y comparten vivencias, que pueden ser la mar de agradables si son sinceras y se les pone un poquito de sal a ese guiso que es la vida.
En el trabajo, podemos hacer más extenso nuestro cariño, con los compañeros, clientes y amigos. De esta manera, viviremos más felices amando todo el día. Por la calle paseando, si saludamos a los que se prestan a ello, también podemos hacer más dichosa nuestra existencia, si cabe.
Vosotros diréis que soy un fanático. En cierta medida tenéis razón, pero lo hago por el bien tuyo y mío, porque vivamos en concordia y hagamos de esta vida, un paseo junto al mar, en una tarde preciosa y con un fresquito envidiable.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 21 de julio de 2018

POR QUÉ SERÁ


Que cada día te quiero más. Se lo digo a la vida, porque tengo muchas cosas que agradecerle, que si bien tiene penas, también tiene muchas alegrías. Solo es cuestión de mirar las cosas positivamente.
Es porque cada día me trae alegrías nuevas, conozco a más gente buena, que me saluda con el corazón. Quizá sin conocerme de nada, tan solo por coincidir en la calle, en el supermercado, en la frutería…
Es porque siendo familia mía o no, me apreciáis como persona y como amigo y me dais conversación edificante para ambos.
Porque me veis con buenos ojos, tan solo por ser persona. Lo mismo quiero hacer yo por vosotros, Ser un buen amigo, del que se brinde a serlo y eso es fácil, más fácil de lo que parece.
Será porque la vida es un cuento de hadas, que pone en nuestras manos el don de cambiar el mundo, que no es tan malo como creemos. Es como una bebida agridulce, a la que hay que quitar lo agrio y quedarnos con lo dulce.
Será porque somos hombres y mujeres, que nos unimos para hacer más grande el mundo, con el matrimonio, los hijos…Todo con nuestra lucha diaria, que no debemos reprochar, porque está puesta para eso mismo, para luchar.
Nuestro destino es vencer a las adversidades de cada día, con el corazón en la mano, mano que debemos llevar tendida a ayudar a quien le haga falta. Siempre según nuestras posibilidades.
Será porque la calle está llena de gente buena, aunque no lo parezca. Esto no lo vemos, porque desconfiamos de los demás. Todo por culpa de cuatro gatos que van haciendo el mal por ahí.
Será porque el sol sale cada mañana, para buenos y menos buenos, a alumbrarnos el día. Alumbremos nosotros con la luz del corazón, esas casas, esas calles nuestras y caminemos con pie firme, siempre hacia adelante, por un futuro más cierto, que incierto.
Que no decaiga nuestro ánimo, jamás.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 20 de julio de 2018

HACE POCOS AÑOS


Hace pocos años, relativamente, que me di cuenta de que todos los días parecen iguales, pero no lo son. Todo es cuestión de pintarte una sonrisa en los labios, llenarte de optimismo y salir a la calle dispuest@ a conquistar el mundo.
Parece que todo es malo y aburrido, pero no, tengo que mirarlo bien y notaré, que hay cosas buenas y que todo es apasionante y un tanto divertido. Tengo que reírme de mi mismo.
Está claro que hay momentos para estar serios, porque esta vida los conlleva, pero ponle un poquito de sal a tu existir y sonríe, que las lágrimas vienen solas.
Lo más serio puede ser ameno, si te lo tomas con filosofía, que buena falta nos hace estar alegres, pletóricos, sonrientes y olvidar por momentos los problemas, que yo comprendo que todos tenemos muchos, a cual más malo y cruel.
Es cuestión de no pensar mucho en ellos, vivir y dejar vivir. No meterse en las intimidades de los demás y darle a cada cosa la importancia que tiene. No vale exagerar, ni en lo bueno ni en lo malo. Hay que dar a cada cosa su punto de seriedad o de risa.
Hay que mirarse al espejo, cada mañana, y decir para si mismo: hoy estoy un poco mejor que ayer y peor que mañana, saludar a los nuestros y disponerse para echar un día lo más alegre posible. En el trabajo pensar,  que por algo nos pagan. Tenemos que arrimar el hombro. En casa  debemos ser mediadores de disputas, que surgen en el seno de la familia.
Hace pocos años que vivo más feliz, a pesar de los pesares, saco mis problemas adelante y procuro no ser un estorbo para mi familia y mis amigos y conocidos.
“Es que tengo mala suerte”, diría un pesimista y es que la suerte hay que salir a buscarla, no viene ella solita. Soy yo el que tiene que echarle coraje y no rendirme a las primeras de cambio. Oye bien estas palabras y te alegrarás.
JOSE´ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 19 de julio de 2018

LA VIDA PASA VOLANDO


Cuando somos niños, queremos que pase pronto el tiempo, para ser como nuestros padres. Para hacer cosas importantes. Durante esta época, parece que el tiempo no corre. Estamos pensando solo en el juego, en estudiar, en hacer planes para el futuro, que dependerá, un poco, de como nos vayan los estudios y la suerte que tengamos al acceder a un puesto de trabajo.
Por esta época, iremos echándole el ojo a ese chico, a esa chica que, posiblemente, se convertirá en nuestra pareja. Ya somos mayores, y podemos tener moto, coche y dependemos menos de nuestros padres. Sin darnos cuenta, los años van pasando. Pero todavía somos jóvenes.
Miramos hacia adelante en un mundo que, al crecer, se va haciendo más hostil. Se acabaron los juegos de chiquillos y hay que tomarse la vida más en serio. Nuestros deseos se han convertido en un cúmulo de problemas.
Si nos casamos, pronto vendrán los hijos, que serán los reyes de la casa, pero hay que alimentarlos, cuidarlos, vestirlos, calzarlos, comprarle algún juguete…Pronto irán a la guardería o al colegio y los querremos con locura, ya sean niños o niñas.
Trabajaremos con afán para que nada falte en casa. No te olvides de vivir, que cuando quieras acordar, te estarán diciendo abuelo.
Aprovecha cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, porque los pequeños momentos buenos vienen juntos a cada etapa de una vida, que cada vez más se nos va quedando corta.
Ahora ya no miramos hacia adelante, sino más bien, hacia atrás.
Las vivencias que han hecho dichoso nuestro existir, aquellos amigos con los que ya no nos vemos, también aquel profesor que nos tenía tirria y aquel otro que nos apreciaba.
Vive intensamente, porque solo lo haremos una vez. Disfruta todo lo que puedas, se optimista, no pienses que ya tienes tus añitos, ríe como un chaval, no te preocupes por el futuro, trabaja con gusto, ello te llevará a ser más feliz.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 18 de julio de 2018

COMO EN UN ESPEJO


En la actualidad vemos las cosas como en un espejo, espiritualmente me refiero. Como todos sabemos, al reflejarse nuestra imagen en un espejo, hacemos con la mano derecha, lo que en realidad hace la izquierda.
Este simil pone en los Evangelios, para hacernos ver, que las cosas no son como nosotros las vemos, sino un poco del revés.
No me gusta escribir sobre cosas religiosas, porque tienen muy poca aceptación. Las personas miran esta vida como lo único que tienen y cuando oyen mentar a Dios, ponen su oído en otro sentido.
No me gusta, digo, pero se hace necesario. Aunque se diga que la religión es el opio del pueblo, yo sigo pensando que no, que es la pura realidad. Lo que pasa es que, la mayoría de las personas, hacen las cosas que dice Dios, sin mentarlo. Sabiendo que sus pasos son correctos, sin acordarse de la Biblia, de Jesús (nuestro Maestro) y de Dios. Esto es así porque, a la hora de echar una mano al desvalido, todos o casi todos, estamos dispuestos. No leas este artículo, si te parece chocante, que no digo más de lo que tú ya sabes.
A mi se me hace imprescindible, el hablar, de estas cosas, por si alguna persona, puede oírlas con agrado y acordarse, sobre todos en los momentos malos, de que no estamos solos y abandonados. Aunque no lo echemos en ver o lo vemos como en un espejo.
No soy mayor que vosotros, sino todo lo contrario. Lo único es que posiblemente, veo las cosas de otra manera, que me gustaría compartir, al menos con uno de vosotros. Yo creo en Dios, nuestro Señor, en Jesús, y en el Abogado o Espíritu  que Jesús, cuando estaba aparecido a sus Apóstoles, después de ser muerto en la cruz, prometió no dejarles solos, sino que les enviaría ese Abogado, para que les sirviera de ayuda, en su misión en la tierra.
Misión que no resultaba fácil, ya que eran perseguidos, encarcelados y los mataban por mentar el nombre de Jesús y por hacer las cosas que Él les había encomendado.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 17 de julio de 2018

LA GALLINA Y EL GALLO


A mi padre no se le ha podido ocurrir otra cosa, que adoptar una gallina pequeña (minina) y un gallo. Por si no teníamos bastante con los gatos, ahora esto. Eso si, él, mi padre se ha ocupado de hacerle un corral, en la azotea de casa, donde están como dos señores, los citados animalitos.
De la misma manera, mi padre, se ocupa de echarles de comer, beber y mantener limpio dicho corral. Y es que también él es un amante de los animales, los cuales eran de un hermano mío, pero este no tiene tiempo de cuidarles. A él le gustan los animalitos en el cocido, o asados en el horno o la sartén. Que persona más vulgar, solo piensa en comer.
La gallina pone un huevo casi todos los días y el gallo canta que es una delicia escucharlo. Canta por las mañanas, bien temprano, antes de que yo me despierte. Cuando me estoy duchando, lo escucho, seguidas veces, con ese arte que tienen los animales que no se puede aguantar. A ver si el gallo, machote, pisa a la gallinita y esta se queda “embarazada”, y tenemos pollitos y/o gallinitas nuevas en casa, formando así la granja completa.
A mi madre no le hace mucha gracia tantos animales en casa, pero como he dicho, mi padre se encarga de todo, pues no puede protestar. A ella no le hacen ningún mal, ni los gatos ni las gallinas.
De los gatos nos encargamos entre ella y yo. Lo que le molesta de ellos es que, como todos estos animalitos, les gusta salir a la calle y luego quieren entrar. Salir lo hacen solos, de tejado en tejado, pero para entrar necesitan de nosotros. Caso contrario, entran por las ventanas y lo que molesta a mi madre, es que le manchan la paredes.
Hay veces que se mosquea y dice que va a quitar todos los gatos, pero yo la persuado de la idea, convenciéndola de que son la alegría de la casa. Ella dice que, como una es hembra, cada cierto tiempo, nos trae gatitos nuevos, y es mi madre la que tiene que encargarse de dárselos a alguien.
Pero los protagonistas de hoy son el gallo y la gallinita, a los que quiero como si fueran míos.
Mi padre es hortelano y ganadero a la vez, cosa poco compatible.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 16 de julio de 2018

MEDIADOR


Cuando las cosas no van bien, entre dos o más personas, dos entidades o dos naciones, aparece la figura del mediador/a, que puede ser una o varias personas, una entidad, una nación…La misión de esta figura es que los citados, se vuelvan a llevar bien.
Entre naciones, es un buen mediador el deporte, que junta en un estadio o cancha…a países o dirigentes que no se llevan del todo bien. Puede ser el mundial de futbol, los juegos olímpicos, los mundiales o europeos de baloncesto, tenis, natación, ski, gimnasia,  motos, ciclismo, golf…
También puede ser una persona con experiencia en política, conocedor de ambos bandos y que, graciosamente, se pone al servicio de estas naciones.
Entre dos empresas pueden surgir discrepancias, rencillas, por su rivalidad en la competencia, y que por lo tanto no se llevan bien. Aquí hace falta una persona neutral, normalmente madura, para llegar al entendimiento, con el diálogo constructivo en el que es el experto mediador/a, hará que todo vaya de perlas.
Entre dos personas, que no acaban de llevarse bien, surge el mediador/a, que ha de ser conocedor de las dos personas y amig@ de una y otra. La pericia de esta persona ha de ser extrema, pues cuando una persona es enemiga de otra, hace falta un buen entendedor en la materia, para juntar  a dichas personas poco amigas. No hay cosas imposibles, hay gentes incapaces. Mi gran ilusión es la paz en el mundo, entre personas, entidades, empresas… de ahí este artículo, que no pretende otra cosa que aunar a las gentes.
Muchas veces el ansia de poder y de dinero de una nación, entidad o persona ponen difícil, por no decir imposible, el trabajo de nuestro héroe de hoy, el mediador/a.
También hay jóvenes, que son unos auténticos celebros y desde su juventud, su forma distinta e innovadora de ver las cosas, son unos verdaderos ases, en el mundo del entendimiento y la concordia. No tienen porqué ser tod@s gente mayor o madura.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 13 de julio de 2018

CON EL PASAR DE LOS DÍAS


Con el pasar de los días, me he dado cuenta de que soy un poco más viejo, pero también más sabio. Por lo que no me pesan los años. También tiene sus cosas malas. Ya no está uno tan ágil y tiene achaques de enfermedades. Yo, particularmente, no me siento muy mal, a pesar de que soy fumador y enfermo mental.
Con el pasar del tiempo, me he percatado que se vive más intensamente, cuanto más mayor. No es que me alegre yo de tener ya mis añitos, pero no los cambiaría por tener 20 y tener la experiencia que tenía entonces.
Asumo bien el saber que ya me quedan menos días en este mundo, que ya no soy el ágil y alegre jovenzuelo, que tiene toda la vida por delante.
La juventud mira nada más que hacia delante. Los más mayores y con el pasar de los años, a veces, echamos la vista atrás y nos acordamos, de los planes que teníamos entonces. Yo esto lo llevo bien, será porque solo he trabajado 14 o 15 años y mi cuerpo no está demasiado maltratado, o sea que no sufro los efectos de toda una vida, 40 años o así, que de promedio han trabajado nuestros mayores.
Con el pasar de los días, vivo con serenidad, sin miedo a que pase el tiempo. Mi mayor pesar, es que mis padres están ya mayores y ya no me pueden ayudar, como lo hacían hace 20 años.
Más bien, les tengo que ayudar yo a ellos, y me temo, que esta ayuda no puede ser muy grande, como yo quisiera, debido todo ello a mi enfermedad mental, que sufro hace 30 años.
Con el pasar del tiempo, a mí me gustaría, ser para ellos una ayuda y no una carga, como tristemente estoy siendo.
Me estoy poniendo melancólico, y no es lo que pretendía cuando empecé a escribir, sino todo lo contrario. O sea, dar ánimos a quien lea estas letras, que sois mi mayor alegría.
Con el pasar de los días, escribo cada vez con mayor ilusión, porque parece que mis escritos gustan a alguna gente.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 12 de julio de 2018

MI VIDA ES MÍA


Esto lo podríamos decir y pensar cada un@ de nosotr@s. Y es que ninguna persona quiere ser dominada, ni debe ser tenida por menos que otra, ya sea rica o pobre, niñ@ o ancian@, viva en la ciudad o en un humilde pueblo.
Cualquiera que lea estas líneas, podría pensar que yo soy muy mío, mayor que los demás y no es así, yo quiero ser una persona y como tal quiero ser respetada. A la vez espero ser respetuoso, con todos mis conciudadanos. Que nadie me tenga que señalar con el dedo, diciendo   que yo le he faltado el respeto a él u a otra persona.
Para ello debo ser sencillo, humilde, respetuoso, ayudar al desvalido, no ser arrogante, respetar y ser respetado y cumplir con mis obligaciones en la vida.
Yo soy creyente en Dios, pero no debo menospreciar, al que adora otros Dioses, es ateo o agnóstico. Tampoco debo tener por menos que yo a los extranjeros, a los muy pobres, a los muy ricos, a los que tienen la piel de otro color que yo, esencialmente a los negritos y a los que son de otras etnias, como la gitana…
Hombres y mujeres, todos somos personas y debemos respetar y ser respetados. Que no me gusta o no le gusto yo a él, pues no nos hablamos y asunto resuelto.
No debiera darse el caso este, pero de da, en un mundo egoísta, materialista e injusto, como en el que vivimos.
Debemos ser fuertes de carácter y físicamente si se puede, pero estas fuerzas, no usarlas solo en bien propio, sino de los demás. Sobre todo los necesitados física o moralmente.
No debemos ser sexistas y considerar al sexo contrario peor que el propio. Respetar a gais, lesbianas, bisexuales y transexuales. Allá ell@s.
Es un tema polémico este y no quisiera que se malinterpretaran mis palabras. Los que leéis mis escritos ya me conocéis. Yo escribo lo que veo, lo que siento y, sencillamente, lo que me parece oportuno en cada caso, que describo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 11 de julio de 2018

LA GUERRA DEL PLÁSTICO


Especialmente las bolsas, que nos dan cuando vamos a comprar comestibles, ropa, calzado…son un verdadero problema para el medio ambiente, si no se reutilizan y luego se echan al contenedor de reciclaje.
Hay muchas clases de plásticos: las botellas de agua y bebidas, las de detergente, las envolturas de los electrodomésticos, los que se usan industrialmente (por ejemplo en los invernaderos).
El Gobierno de España, ha tomado la medida de cobrar por las bolsas que nos den cuando compremos, ha hecho publicidad de que se reutilicen y ha puesto contenedores de reciclaje para cartón-papel, vidrio y envases de todo tipo. (Incluido el plástico).
El problema no es de hoy. Hace años que se publicita que se recicle, porque nos estamos cargando el planeta y este es nuestro, y nuestra la responsabilidad de velar por él, para las generaciones venideras.
Se le puede dar solución al problema. Las bolsas pequeñas cuestan 3 céntimos, las grandes 5 y pueden llegar a 15. Se prevé que para el año 2021 deben desaparecer.
Dos ejemplos del daño que pueden hacer las bolsas y el plástico: 1º en el océano atlántico, se han encontrado un montón de bolsas, tan grande como EEUU, 2º hace poco tiempo se ha encontrado una ballena muerta, con cientos de kilogramos de bolsas en el interior de su cuerpo.
El problema es de calado, como para pensárselo dos veces. Soluciones hay: utilizar alternativos al plástico, como las bolsas de tela, de fécula de patata…Pero ojo no vayamos a cambiar el plástico por el papel, que este también es un problema respetable, pues nuestros bosques no están para cortar muchos árboles. Bastante hay con los que se queman, muchas veces intencionadamente, por motivos comerciales o por pirómanos.
Debemos de seguir los consejos de nuestros gobernantes y otros países deberían seguir los pasos del Gobierno de España. Que todos vivimos en este planeta, puñetas. ¿Qué le vamos a dejar en herencia a las generaciones venideras?
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 10 de julio de 2018

VIDAS VACÍAS


01-07-2018
Las de las personas que no encuentran su camino en este mundo. Viven vagando sin encontrar su razón de ser. Puede ser una persona rica, una de clase media, de clase baja o un vagabundo. Yo, humildemente, a mis 54 años que tengo, y gracias a Dios, siempre he hecho lo que más me ha gustado.
Soy, de entre cinco hermanos y una hermana, el más alto y fuerte físicamente. Siendo muy niños y jugando en un pajar con mi hermano mayor (yo soy el segundo), a echar luchas a ver quién revolcaba al otro, siempre le ganaba yo.
Nos observaban unos vecinos, que aplaudían mi fortaleza, pero me di cuenta de que lo hacían porque yo ganaba. En una ocasión, me dejé vencer y, los vecinos, se pusieron de parte de mi hermano. Yo soy de la opinión, de que cuando se aprecia a una persona, se le ha de tener cariño, pierda o gane.
Es como en el futbol. España ha perdido hoy en el mundial de futbol, en la tanda de penalties. Si con esta ocasión yo, español de pura cepa, me pongo a favor de los rusos, oponentes que han sido de los españoles, no soy fiel a mis principios, mi vida está vacía. Asimismo están vacías, las vidas de las personas que no están contentas con su trabajo, su familia, sus amigos y todo lo que hacen. Son orgullosos y quieren siempre ganar, siendo perdedores, desde que nacen, toda su vida, hasta que fallecen.
Empezando por mí, hasta la última persona de este mundo, cuando nos salen nuestros proyectos mal, debemos sacar a relucir nuestra gallardía, lo que nos llevará a ser ganadores, a pesar de que nuestros asuntos no vayan todo lo bien que quisiéramos.
Hombres y mujeres del mundo, sin descartar del todo a gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, sed valientes ante las adversidades. Veréis que os va mejor en vuestros quehaceres.
Llena tu vida de amor y como por arte de magia, tu suerte cambiará mucho, para mejor.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 9 de julio de 2018

TERCER HOMENAJE


01-07-2018
Hoy, como todos los domingos, nos reunimos mi amigo Pepe y yo para desayunar juntos. Fiel a nuestra cita, yo estaba en su casa a las nueve y media de la mañana. Como se le ha acabado el gas butano y no podíamos calentar la leche, en lugar de comer churros, nos hemos ido a un bar cercano, que es muy baratito, a tomarnos un buen desayuno.
Pepe se ha comido un pitufo a la catalana, con un café con leche y yo un descafeinado con un pitufo mixto (con mantequilla, queso de barra y jamón cocido).
No acaban aquí nuestras andanzas, pues para hoy teníamos previsto juntarnos con nuestro amigo Antonio, para almorzar juntos. Antonio cumple años el día dos de agosto, y yo le tengo dicho que este es el regalo de cumpleaños que iba a hacerle. Él se conforma, y más aún, nos ha dicho que para septiembre o así, nos invitará él a comer a nosotros.
A las doce de la mañana, aproximadamente, llegó Antonio, y yo estaba dormido en el sillón de Pepe. Esta pasada noche no he dormido bien, y tras desayunar, me fumé un cigarrito y me entró sueño. De forma tal, que Antonio me tiró una bolsa de ropa, que se ha comprado y yo, sobresaltado, desperté. No le oí ni de llegar y pegar en el timbre.
Todos los domingos me pasa lo mismo, tras desayunar me entra sueño, pero hoy ha sido algo especial. Cuando llegó Antonio, estaba dormido como un tronco. Normalmente lo que hacemos, es llamar por teléfono a Antonio y estar, entre Pepe y yo, casi una hora charlando, entre bromas y cosas serias. No importa el rato que estemos, ya que Antonio tiene tarifa plana.
Hoy me he llevado una desilusión con Pepe, ya que llevaba tres meses sin fumar y hoy me ha dicho que se ha echado otra vez al vicio. Efectivamente, tras desayunar, me pidió un cigarrillo. Compremos el pan y acto seguido, se fue a comprar un paquete de tabaco.
Nos fuimos al Jardín y nos comimos, de primero, paella los tres y de segundo, Antonio y yo, albóndigas y Pepe jibia. Nos tomamos el postre y tras fumarnos un cigarrito, nos despedimos. Lo hemos pasado muy bien.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 7 de julio de 2018

CONCURSO DE MANUALIDADES



Como cada año, desde hace diez o doce, con ocasión del día del enfermo mental, que 
se celebra el día diez de octubre, se organiza, por parte del centro de salud mental de C/ Peinado, de manos del enfermero Fermín y todo el equipo de dicho centro, un concurso de manualidades y relatos cortos (poesía o prosa).
En él participa todo el que quiere de Faisem (casas-hogares, pisos, talleres de cerámica, encuadernación, la URA… y toda clase de trabajos hecho por enfermos mentales.
Esto da ánimos a los participantes a realizar trabajos, escritos, tapices, marquetería. Pintura al óleo, pincel, en barro, con desechables (como latas, botellas, cajas de cartón), pintados y decorados y que tengan relación con la integración social del enfermo mental.
Yo este año voy a presentar este modesto escrito y una mariposa hecha sobre madera, con fondo negro de fieltro y clavitos dorados que hacen el contorno de una mariposa con hilos de muchos colores.
Este es el cuarto año que participo y estoy muy animado a hacerlo. No por el premio y diploma que dan, sino por pasar una buena mañana, charlando con compañeros que no nos vemos habitualmente.
En silencio, los enfermos mentales, hacemos mucho por la sociedad, y eso es precisamente lo que queremos demostrar, con nuestra habilidad en hacer cosas útiles, que nos mantienen entretenidos y que vienen a decir mucho de nuestras habilidades.
Las personas que están sanas, no tienen tiempo ni paciencia para ponerse a hacer estos trabajos, que son muy delicados y tareosos. Algunos hay que cocerlos al horno y para nosotros tienen un valor incalculable, porque  dedicamos mucho tiempo a hacerlos.
Además de Fermín y su equipo, participan en organizarlo, psiquiatras, psicólogos, terapeutas y gente de este mundillo de toda la provincia.
Vaya mi agradecimiento y el de mis compañeros, para tod@s ellos/ellas.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 6 de julio de 2018

VAMOS A LA FERIA



30-06-2018

De aquí a un mes y una semana, segundo más o menos, empieza la feria de Málaga la 

bella.

Siempre empieza un viernes a las once de la noche, con el pregón por parte de un 

famoso, desde el balcón del Ayuntamiento. Seguidamente vienen los fuegos 

artificiales. Cohetes, tracas y toda clase de artificio imaginable. Esto es en la plaza del 

General Torrijos y la plaza de la Marina, acompañados con música ambiental, para dar 

inicio a la feria de nuestra ciudad, que durará desde el viernes citado, hasta el domingo 

de la semana siguiente.

Está la feria de día en el centro de la ciudad, pero lo más importante es en el Real, 

donde en el momento citado se encienden miles de bombillas, en el arco que da 

entrada 


a la verdadera feria, la de noche, que dura hasta la madrugada de todos esos días

Allí hay cientos de casetas, esperando a los visitantes. Están las atracciones de circo, 

conciertos y los artilugios para pasearse, como la noria gigante, los coches de choque, 

la casa de los horrores, el laberinto de los espejos, el tren que corre a gran velocidad, 

olla, el saltamontes, la tómbola y cientos de atracciones, que hacen felices a los más 

pequeños y a los más atrevidos.

Y es que hay que tener valor para montarse en alguno de esos cacharros,tan peligrosos 

y caros, por cierto, ya debe costar subirse en cualquier atracción alrededor de los cinco 

euros y de ahí para arriba.

Por otro lado están los caballos, paseando vigorosos por la fiesta, que está llena de 

casetas, donde te puedes comer desde una rica paella, pimientos fritos, un pollo asado 

y hasta churros, de “madrugá”.

Esto está hecho para los más pudientes, porque todo vale caro y hay que estar de 

vacaciones, para acercarse una o varias noches al real, situado entre la Colonia de 

Santa Inés y, más bien, la barriada del Copo, al Oeste de la ciudad.

La EMT habilita autobuses especiales, desde las barriadas y desde el centro de la 

ciudad y vuelta hasta altas horas de la madrugada.

Son los turistas, españoles y extranjeros, los que más gustan de la feria.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 5 de julio de 2018

INCONFORMISTAS



Es lo que somos la mayoría de las personas, por no decir todas. Nunca estamos 

contentos con lo que tenemos y aspiramos a más. Cuando hacemos algún esfuerzo, 

queremos nuestro premio. Me pregunto yo si habrá suficientes premios en el mundo, 

para tan gran número de personas, desde que las crearon hasta que desaparezcan de 

este mundo.

Vosotros diréis, que yo baso mis escritos en torno al mismo tema, prácticamente. Este 

tema es ópviamente la gente del mundo y sus problemas. Me gustaría ofreceros algo 

nuevo, pero es un círculo vicioso, que gira alrededor de las personas, sus quehaceres, 

el amor, lo justo, lo injusto, las cosas que ocurren todos los días, alguna anécdota o 

cosa curiosa, halagar o criticar a algo o alguien, alguna poesía imperfecta y poca cosa 

más.

Yo considero que, con lo que tenemos, deberíamos de conformarnos. Comemos y 

bebemos todos los días, tenemos ropa, calzado, familia, amigos y un techo que nos 

cobija. Esto en el primer mundo, porque no debemos olvidar que hay millones de 

personas, que no tienen muchas cosas imprescindibles para vivir. La primera, el pan y 

comida y agua de todos los días, el calzado y la ropa, los médicos que curen sus 

enfermedades, medicinas, un techo, sufren guerras, sin que nadie les consuele…

Vosotros que leéis estas líneas diréis: y “¿Qué puedo hacer yo?” Pues hay muchas 

cosas que podemos hacer cada día. Se me ocurre que podíamos ayudar un poco más a 

los demás, a los más necesitados, saludar  a quien con cara de pena, nos mira de reojo, 

mendigando un poco de cariño, pintarnos una sonrisa en la cara, dar de eso bueno que 

tod@s llevamos dentro, que es amor y comprensión…

Hoy mismo he estado visitando a una vecina que se ha caído en casa y se ha partido la 

cadera. Yo trataba de animarla, porque el mundo no acaba aquí. Yo le decía que se 

riyese, pero no lo hacía, a pesar de estar acompañada por su hijo, el cual me sonreía y 

agradecía mi gesto de ir a visitar a su madre, enferma. Lo que ocurre, es que esta 

señora es ya muy mayor, y tiene una enfermedad grave.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 4 de julio de 2018

CADA UNO VA A SU ROYO



No hay unidad en esta sociedad consumista, que apesta a más no poder. Cada cual 

vive su vida lo mejor que puede. Si es posible sin trabajar y sin hacer nada, tan solo 

quejarse de que las cosas van mal.

“No tengo dinero, me hace falta para vivir, no hay trabajo (ni ganas de hacerlo), mi 

trabajo me tiene alt@, no gano lo suficiente, me gustaría mejorar económicamente (a 

costa de los demás), estoy aburrido y asqueado de esta vida (pero no hace nada para 

mejorarla), no admito que nadie me critique, ya que mi comportamiento es correcto 

(eso habría que verlo)”

Cada cual mira a su herman@ o projim@, con envidia, porque él está mejor que yo. 

Quizá no ha mirado bien hacia atrás, el otro puede estar peor que él y no se queja.

En España podíamos vivir bien, si nos lo propusiéramos.

Lo que pasa es que, cada uno, va a lo suyo y le importa un pimiento el otro. 

Desconfiamos hasta de nuestra propia sombra.

Ahora que la cosa va mejorando, en cuanto a trabajo se refiere, no queremos hacerlo 

porque: “pagan poco”. Quizá sea que quieres que te lleven el sueldo a casa y de esta 

manera, te evitas tener que ir a buscarlo, al puesto de trabajo.

Somos unos vagos a más no poder. Si pillo la oportunidad de jubilarme, lo hago y que 

trabajen los romanos, que para eso tienen el pecho de lata.

Yo voy todos los meses al banco a cobrar y viva la Pepa de Puerto Real.

Esta sociedad da un poquito, o mejor dicho un mucho de asco. Los hijos se 

aprovechan de sus padres, que tienen su paguita. Se la quitan, literalmente, con la idea 

de no tener que trabajar, PORQUE ESO CUESTA UN TRABAJO.

A la hora de quejarnos, no se nos ponen pelos en la lengua: “Me duele aquí o allí, no 

puedo trabajar, nadie está peor que yo, la vida me trata mal, debería cambiar para 

mejor” (pero no hace nada por conseguir su buen propósito)

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 3 de julio de 2018

PEPI


Mi vida cambió el día que te conocí,

Fue la tarde de un cálido otoño, cuando nos presentaron,

Desde entonces, yo vivo por ti, tú vives por mí.

Pepi es diminutivo de Josefa, que es tu nombre de pila,

Pero es más bonito el primero para llamarte, corazón.

Me cautivaste, desde el primer momento que te ví.

Nuestro noviazgo fue largo, pero dulce como la miel,

 Un poco chapado a la antigua, pero firme como una roca.

Mi niña es pequeñita, pero como suele decirse:

Las cosas buenas en tarritos pequeños, eso eres tú, cariño.

Una esposa ideal para un hombre que ama los niños.

Me fuiste enamorando poco a poco, sin prisas ni tonterías.

El primer beso, en la mejilla, vino al mes de conocernos,

Después todo fueron besos, caricias y mimos, en una pareja,

Que hace historia en estos tiempos modernos,

Donde no se lleva estar mucho tiempo, tras la reja.

Hoy se conocen y a la primera de cambios,

Se hallan en la cama, consumando el amor.

Lo nuestro fue distinto, tranquilo y saboreando,

cada momento, como si de un rico manjar se tratase,

Beso a beso, caricia sobre caricia, el amor disfrutamos.

Así hasta el día de la boda. Tú de blanco, yo de negro,

Nos llevaron a la parroquia, a firmar nuestro amor sempiterno.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 2 de julio de 2018

AL MERCADILLO


Hoy, como todos los domingos, he ido a casa de mi amigo Pepe, para desayunar juntos. Yo llego a su casa a las nueve y media. Unas veces compramos churros, (muy buenos, por cierto), y otras comemos en un bar que hay por allí muy baratito.

Después llamamos por teléfono a nuestro íntimo amigo Antonio.           Conversamos largo rato de nuestras cosas, nos fumamos unos cigarritos y a eso de las doce del mediodía, me voy para mi casa.

Antonio y Pepe son los dos mejores amigos, con diferencia, que tengo. Los he conocido a ambos en Al-Farala. De vez en cuando, nos juntamos los tres  y nos vamos al restaurante el Jardín, a almorzar un menú y echar el día. Por cierto que ponen una paella muy buena.

Hoy teníamos previsto Pepe y yo,  ir al rastro (mercadillo), a comprar dos camisas para mí, y así lo hemos hecho. Primero hemos llamado, un ratito, a Antonio, luego hemos desayunado, hecho unos mandados y luego hemos cogido el autobús que nos lleva al rastro.

Nada más llegar, nos hemos puesto a buscar las camisas. Hacía calor. Dimos unas cuantas de vueltas, y no encontrábamos la prenda deseada. Después de un rato de andar y andar, vimos que en un puestecillo, había algunas y como eran baratas (seis euros, cada una), pues allí mismo las compré.

Después, nos dimos una vuelta por el mercadillo (ya, por ver si había algo interesante). No encontremos más camisa en todo el rastro, y es que la gente ya no usa camisas, sino camisetas. Yo prefiero aquellas, porque dan mucho calor las camisetas y porque no tienen bolsillo.

Como hacía calor, nos compremos unas coca colas fresquitas y nos las bebimos. Y ya, cumplida nuestra misión, nos fuimos a coger el bus, que no tardó en llegar, y nos fuimos cada uno para su casa

Ha sido un día memorable. Lo hemos pasado muy bien. Cuando tengamos que comprar otra cosa,  nos juntaremos de nuevo, para echar un día bueno, a la vez que desayunamos juntos

Nosotros siempre vamos a comprar a los sitios que son baratos.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.