viernes, 13 de julio de 2018

CON EL PASAR DE LOS DÍAS


Con el pasar de los días, me he dado cuenta de que soy un poco más viejo, pero también más sabio. Por lo que no me pesan los años. También tiene sus cosas malas. Ya no está uno tan ágil y tiene achaques de enfermedades. Yo, particularmente, no me siento muy mal, a pesar de que soy fumador y enfermo mental.
Con el pasar del tiempo, me he percatado que se vive más intensamente, cuanto más mayor. No es que me alegre yo de tener ya mis añitos, pero no los cambiaría por tener 20 y tener la experiencia que tenía entonces.
Asumo bien el saber que ya me quedan menos días en este mundo, que ya no soy el ágil y alegre jovenzuelo, que tiene toda la vida por delante.
La juventud mira nada más que hacia delante. Los más mayores y con el pasar de los años, a veces, echamos la vista atrás y nos acordamos, de los planes que teníamos entonces. Yo esto lo llevo bien, será porque solo he trabajado 14 o 15 años y mi cuerpo no está demasiado maltratado, o sea que no sufro los efectos de toda una vida, 40 años o así, que de promedio han trabajado nuestros mayores.
Con el pasar de los días, vivo con serenidad, sin miedo a que pase el tiempo. Mi mayor pesar, es que mis padres están ya mayores y ya no me pueden ayudar, como lo hacían hace 20 años.
Más bien, les tengo que ayudar yo a ellos, y me temo, que esta ayuda no puede ser muy grande, como yo quisiera, debido todo ello a mi enfermedad mental, que sufro hace 30 años.
Con el pasar del tiempo, a mí me gustaría, ser para ellos una ayuda y no una carga, como tristemente estoy siendo.
Me estoy poniendo melancólico, y no es lo que pretendía cuando empecé a escribir, sino todo lo contrario. O sea, dar ánimos a quien lea estas letras, que sois mi mayor alegría.
Con el pasar de los días, escribo cada vez con mayor ilusión, porque parece que mis escritos gustan a alguna gente.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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