lunes, 30 de julio de 2018

LA VIDA ES APASIONANTE


La vida cotidiana, sin necesidad de correr aventuras, hace viajes ni cosas extraordinarias, es fantástica. En el trabajo, con la familia, con los amigos, allí donde te pudieras encontrar, la vida puede ser una aventura, desde que naces hasta que eres abuelo.
De niños, jugando, podemos hacerla muy interesante, importante, ya desde nuestros primeros días. Casi sin saber hablar, ya sabemos lo que queremos, lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Durante esta época, juegan un papel muy importante los padres, con la educación que les dan a sus hijos.
En el colegio, desde la guardería hasta que estudiamos una carrera, son los profesores, junto con los padres, los que se encargan de que sus hijos sean responsables, de que estos niñ@s, est@s hombres y mujeres, reciban unos conocimientos técnicos, para que cada persona pueda ser lo que quiera en su vida.
Todos estos momentos pueden ser apasionantes, importantes si se viven por minutos y le dedicamos la atención que merece, la formación de la persona, desde pequeñín hasta que se realizan los últimos estudios.
La cuestión es darle la importancia que tienen, a esos pequeños, cada minuto, cada segundo (de estudio o de trabajo), porque es nuestra vida y solo tenemos una y hemos de vivirla.
Cuidando nuestros hijos, la vida puede ser maravillosa, si nos apegamos a la realidad, a la verdad. Debemos enseñarles y aprender de ellos, porque, como suele decirse, solo los niños y los borrachos dicen la verdad.
En el trabajo, podemos disfrutar a lo grande, si tenemos vocación. No hacerlo solo por dinero, sino porque estamos contentos con lo que hacemos. Debemos respetar y ser respetados, por nuestros compañeros y jefes. Para eso debemos cumplir religiosamente con nuestro deber.
En vacaciones, aprovecharemos para disfrutar de las cosas que más nos gustan. Veinte y cuatro horas al día durante treinta jornadas, para hacer lo que nos dé la gana.
Hagas lo que hagas, pon el máximo interés en ello, tu vida será más apasionante.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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