martes, 3 de julio de 2018

PEPI


Mi vida cambió el día que te conocí,

Fue la tarde de un cálido otoño, cuando nos presentaron,

Desde entonces, yo vivo por ti, tú vives por mí.

Pepi es diminutivo de Josefa, que es tu nombre de pila,

Pero es más bonito el primero para llamarte, corazón.

Me cautivaste, desde el primer momento que te ví.

Nuestro noviazgo fue largo, pero dulce como la miel,

 Un poco chapado a la antigua, pero firme como una roca.

Mi niña es pequeñita, pero como suele decirse:

Las cosas buenas en tarritos pequeños, eso eres tú, cariño.

Una esposa ideal para un hombre que ama los niños.

Me fuiste enamorando poco a poco, sin prisas ni tonterías.

El primer beso, en la mejilla, vino al mes de conocernos,

Después todo fueron besos, caricias y mimos, en una pareja,

Que hace historia en estos tiempos modernos,

Donde no se lleva estar mucho tiempo, tras la reja.

Hoy se conocen y a la primera de cambios,

Se hallan en la cama, consumando el amor.

Lo nuestro fue distinto, tranquilo y saboreando,

cada momento, como si de un rico manjar se tratase,

Beso a beso, caricia sobre caricia, el amor disfrutamos.

Así hasta el día de la boda. Tú de blanco, yo de negro,

Nos llevaron a la parroquia, a firmar nuestro amor sempiterno.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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