Que cada día te quiero más. Se lo digo a la vida, porque
tengo muchas cosas que agradecerle, que si bien tiene penas, también tiene
muchas alegrías. Solo es cuestión de mirar las cosas positivamente.
Es porque cada día me trae alegrías nuevas, conozco a más
gente buena, que me saluda con el corazón. Quizá sin conocerme de nada, tan
solo por coincidir en la calle, en el supermercado, en la frutería…
Es porque siendo familia mía o no, me apreciáis como persona
y como amigo y me dais conversación edificante para ambos.
Porque me veis con buenos ojos, tan solo por ser persona. Lo
mismo quiero hacer yo por vosotros, Ser un buen amigo, del que se brinde a
serlo y eso es fácil, más fácil de lo que parece.
Será porque la vida es un cuento de hadas, que pone en
nuestras manos el don de cambiar el mundo, que no es tan malo como creemos. Es
como una bebida agridulce, a la que hay que quitar lo agrio y quedarnos con lo
dulce.
Será porque somos hombres y mujeres, que nos unimos para
hacer más grande el mundo, con el matrimonio, los hijos…Todo con nuestra lucha
diaria, que no debemos reprochar, porque está puesta para eso mismo, para
luchar.
Nuestro destino es vencer a las adversidades de cada día, con
el corazón en la mano, mano que debemos llevar tendida a ayudar a quien le haga
falta. Siempre según nuestras posibilidades.
Será porque la calle está llena de gente buena, aunque no lo
parezca. Esto no lo vemos, porque desconfiamos de los demás. Todo por culpa de
cuatro gatos que van haciendo el mal por ahí.
Será porque el sol sale cada mañana, para buenos y menos
buenos, a alumbrarnos el día. Alumbremos nosotros con la luz del corazón, esas
casas, esas calles nuestras y caminemos con pie firme, siempre hacia adelante,
por un futuro más cierto, que incierto.
Que no decaiga nuestro ánimo, jamás.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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