Los hay de muchas clases: de guerreros (spiderman, batman,
superman, la masa…), de humor (mortadelo y filemon, pulgarcito, zipi y zape,
rompetechos, el botones sacarino), de terror…
Yo, los que he leído siempre son los de humor. Se adquiere
cultura, mientras se lee un rato. Ibáñez es el creador de la mayoría de los
tebeos de humor y se le da muy bien.
De niño, yo me aficioné a los tebeos. Me gustaban también los
de Asterix, tintin y algunos superhéroes. Era divertido echar un rato de
leyenda, mientras se divertía uno.
Es una lectura de incultos, pero algo se aprende, sobre todo
con los de Asterix. Cuentan aventuras en diversos países, que visitaba junto al
goldiflón Obelix y su perro Idefix. Obelix se cayó en la marmita de la poción mágica,
que elaboraba el brujo de la Galia y no tenía que tomar para tener una fuerza
sobrehumana, en su incesante lucha contra los guerreros romanos, que eran sus
enemigos.
Idefix era un perro chiquitito, que una vez tomó poción
mágica y se convirtió en una jauría de perrazos (según los romanos), que
atacaba a estos y vencía a una legión de ellos.
Abracursix era el jefe de los invencibles galos. Mandaba a
Asterix y Obelix a misiones, donde siempre se encontraban con los gigantescos
romanos, a los que vencían con facilidad, con la ayuda de la poción mágica que
elaboraba Panoramix, el brujo de los invencibles galos.
En una ocasión estuvieron en Hispania, concretamente en
Híspalis, ocupada, como no, por los romanos. Estuvieron en Italia, en Grecia,
en Egipto, en Normandía…
No a todo el mundo le gustan los tebeos. Es una lectura de
incultos, de gente que solo piensa en divertirse y pasar un buen rato metido en
las caricaturas de los tebeos.
Si no lees nada, te los aconsejo.
JOSÉ ANTONIO MERIDA.