Junto a los bisexuales y transexuales hacen un colectivo
raro, para mí. A mí no me hacen daño carnal, pero si moral. Por eso no estoy a
favor de ellos. No me gustan y ya está.
Un hombre con otro hombre, sexualmente no pueden hacer mucho.
En todo caso, penetración anal. Una mujer con otra mujer, ni siquiera eso. Solo
pueden hacerse caricias y besos. En cuanto a tener hijos, dos hombres no pueden
tenerlos, mientras dos mujeres si. Se puede quedar una o las dos embarazadas,
mediante fecundación in-vitro y pueden tener los hijos que quieran. Pero ¿cómo
explicaran a sus hijos que tienen dos mamás? Es un poco difícil ¿no?
Cada cual puede hacer con su cuerpo y con su alma lo que
quiera, pero son felices realmente o es que quieren ser distintos a los demás.
Lo más normal en esta vida es que un hombre se junte con una
mujer y vivan juntos, tengan hijos y sean pareja de hecho, estén casados o no,
me da igual.
Lo que no es normal y lo deben comprender, es que dos mujeres
o dos hombres anden por ahí, dándose besitos y dando el cante ante una sociedad
que no los quiere.
Desbiados los ha habido siempre, no es cosa de hoy. En
tiempos de Jesús de Nazaret, hablaba este de los afeminados y los rechazaba
como hago yo. No son nada en esta vida.
Si las parejas normales hacen cosas que van contra la
moralidad, amagínate los afeminados. Haciendo manitas delante de los niños y de
los mayores. No tiene vergüenza.
Qué dirá Jesús desde el Cielo de las junteras de parejas, a
lo bruto, como si fuesen parejas normales. Más o menos lo que digo yo, que no
es correcto y no debía ser así.
Que me perdone el que no está de acuerdo conmigo, pero yo,
como persona, no me puedo morder la lengua.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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