martes, 16 de octubre de 2018

LOS CAMAREROS


Si quieren tener muchos y buenos clientes, no basta con ofrecer buenos productos, tienen que ser amables, simpáticos y atentos con el público, porque sinó, sencillamente, se van a otro bar.
Yo paro mucho en el bar restaurante el Jardín, allí tanto los dueños como los camareros Alonso y Javi, me tratan muy bien. Me saludan y me dicen que qué voy a tomar y me lo sirven rápida y eficazmente, como es de mi agrado.
Hay camarer@s que no son atentos con al público. Sencillamente tienen menos clientes de los que podían tener. Algunos, por costumbre o gustos, siempre van, pero son los menos.
El camarero que lo es, sabe de antemano, lo que el cliente va a tomar, porque casi siempre es lo mismo, y cuando entras por la puerta te preguntan, qué lo de siempre ¿no? Si, le contesta uno con ganas y le saluda afectuosamente.
Si uno se lo puede permitir, le deja propina, que ellos agradecen de corazón y otra vez que vayas por allí, con más ganas te sirven lo que tú quieras tomar
El camarero que lo es, sabe el nombre de sus clientes y pregunta Pepe, Manolo qué te pongo hoy y te sirven con gracia, lo que a ti te apetezca tomar en ese momento. Sin dudarlo, te lo sirven y con cariño te desean los buenos días o las buenas tardes. Si por cualquier cosa, un día, no tienen eso que tú deseas tomar, te lo dicen y te ofrecen lo que tienen de alternativa. Por ejemplo, yo un día puedo querer churros y el camarero no los tiene, pues te lo dicen y te ofrecen las alternativas que tienen a los susodichos churros, que puede ser un pitufo con aceite, catalana, mixto, con mantequilla, mermelada…
Si quieres tener buenos clientes, tienes que esforzarte en algo más que ofrecer los productos que tienes, tienes que ser amable.
Un buen camarero siempre tendrá trabajo, porque los empresarios no son tontos y saben quién les conviene. Si quieres que no te falte el trabajo, hazlo con ganas y con cariño.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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