Este es el slogan que han elegido para publicitar que no
debemos derrochar agua. Con lo que ha llovido en toda España y en sureste y
Málaga en particular, está claro que no podemos abrir el grifo a tope.
La naturaleza es sabia y cuando se le ataca con
contaminación, responde con ausencia de lluvias y clima adverso en todos los
sentidos. No podemos abusar de los efectos contaminantes y luego querer que
llueva bien.
Estamos viviendo un invierno totalmente atípico. A las
alturas del año que estamos y apenas ha caído nieve en las montañas y han caído
cuatro gotas de lluvia como aquel que dice.
Parece mentira que no nos demos cuenta de que, poco a poco,
nos estamos cargando el planeta. No es normal que llueva tan poco y cuando lo
hace es con tifones y tormentas que lo destrozan todo. No es normal que haya
tantos terremotos y desastres en este mundo que se nos ha dado para vivir, no
para maltratarlo con la contaminación de coches, centrales nucleares, bombas
atómicas y mil cosas más.
Vivimos confiados en que esto no va con nosotros y cada uno
podemos poner nuestro granito de arena en esa montaña que debemos hacer, entre
todos, para que la tierra siga siendo nuestra casa durante mucho tiempo y que
acoja, de la mejor manera posible, a esas generaciones venideras, que seguro
quieren un mundo acogedor y limpio de humo y otras impurezas que, hoy por hoy,
desgraciadamente tiene.
Cada gota sirve para sostener un mundo corrompido por el
consumismo.
Cada gesto en contra del cambio climático vale.
Cada uno de nosotros podemos ayudar a que esta tierra sea
menos hostil con sus habitantes.
Colabora reciclando, usando el transporte público y lo que se
te ocurra.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.