Un título muy particular para el asunto que os quiero contar
hoy. Me baso en la rivalidad que hay entre hombres y mujeres, en cuanto a
ocupar los distintos trabajos o profesiones, en una sociedad moderna como la nuestra.
Las mujeres quieren no ser menos que los hombres y, por tanto,
estar en todas las profesiones u oficios que ocupen estos. Desde peón de
albañil o camarero hasta miembro de la alta sociedad burocrática (jueces,
políticos, directores de empresas…) pasando, como no, por todos y cada uno de
los deportes que realice el hombre.
Yo no veo mal que las féminas estén en cualesquiera de los
oficios citados o por citar, lo que veo impropio es que quieran ocupar el sitio
que, normalmente, tiene o ha tenido el hombre.
Tienen todo el derecho del mundo de estar allá donde les
apetezca. Es más, son bienvenidas, a hacerle frente al hombre y dan ese toque
de dulzura, que este carece de él.
Vamos que las animo a que sigan adelante. Además de lo dicho,
quieren vestir como los hombres.
Lo que las mujeres quieren es ser igual o mejor que los
hombres. Podrían querer ser mejores que otras mujeres. Nadie les quita ese
derecho. Vivimos en una sociedad libre y eso implica igualdad de derechos para
tod@s. ¿Qué tienen los hombres que no tengan las mujeres? Evidentemente la
sexualidad. Nuestros cuerpos y nuestras mentes no son iguales. El hombre, por
lo general, es más fuerte físicamente. La mujer es más inteligente y prudente,
que su compañero de fatigas y ambos están predestinados a unirse en pareja y
tener hijos. Por lo tanto, cuanto más cerca, profesionalmente, más posibilidad
de que esa unión se produzca.
Por lo cual, que vivan las mujeres, que vivan los hombres.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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