Es estar descontento consigo mismo, el no alegrarse de las
cosas que uno mismo hace. Hay que tratar de olvidarse de eso y tratar de ser lo
más feliz posible. Hacer cosas que nos llenen de alegría y felicidad. Ser
buenos con los demás y con uno mismo.
Hay que ser fieles a los valores que cada uno decida en la
vida. No aborrecer al prójimo y a uno mismo. Es fácil decir esto, pero difícil
hacerlo. Ser consciente de nuestros actos, hoy y siempre. Hacer honor a la
verdad.
No entorpecer a los demás en su vida y a nosotros mismos, que
somos buenos por naturaleza. Ser amigo de todos y ayudarles en sus tareas.
Vivir tranquilos y orgullosos de lo que hacemos. Sentir que estamos vivos por
los cuatro costados y que queremos vivir en paz y cordialidad con todos en un
mundo separado por la envidia.
Luchar cada día por un mundo mejor y más feliz, que empieza
en mí mismo y mis actos para con los demás. Ser celoso de nuestra alegría y no
dejar que cualquiera nos la quite, porque él quiere.
Empezar hoy a ser feliz, sin olvidarnos de los demás. Ayudar al prójimo en todo lo que se pueda,
sin olvidarnos de nosotros mismos.
Ver la vida de colores, como nos la han pintado. Nunca en
blanco y negro, que son los colores más feos. Bueno el blanco no.
No dividir a las personas en buenos y malos. Son personas
como nosotros y hemos de quererlas con todo nuestro corazón, que es grande como
un puño y no quiere la maldad para nadie. Solo quiere bondad y cariño.
Que tus proyectos no fracasen jamás y vivas feliz en este
mundo, donde es difícil hacerlo.
Procura ser lo más fiel a ti mismo y considerar a los demás hermanos
y no seres raros.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.