Es un placer ir a conocer ciudades y gentes extraños. Se ha
de planificar bien para que todo salga de perlas. El desplazamiento, la
estancia, el hotel y el regreso a casa.
Es importante contar bien el dinero, para que no nos vaya a
faltar, el cambio, en su caso y los precios de todo lo que vayamos a consumir.
Nos ven con cara de extranjeros y nos pueden timar, por eso hay que administrar bien el dinero.
Hay que tener en cuenta las paradas que vayamos a hacer, el
restaurante y que vamos a tomar. Es importante preguntar los precios. En la
gran mayoría de los hoteles, restaurantes, medios de transporte, ciudades y
demás servicios, los turistas son bien recibidos porque se gastan ahí su dinero
y esto es bueno para aquellos.
El viajar cansa, por lo que hemos de tener en cuenta cuando
vamos a parar a descansar, a comer… Hay personas que han viajado mucho, como
yo, que han viajado mucho y no les apetece hacerlo más. Es inaudito, pero es
así. He estado en Pontevedra, La Coruña, Lisboa, Cádiz, Algeciras, Ceuta,
Melilla, Alhucemas, Cerdeña Sicilia, Palma de Mallorca, Magallud, Las Palmas de
Gran Canaria, Algeciras, Valencia, El Ferrol, Madrid, Barcelona, Badajoz y en
muchos pueblos de Andalucía, incluyendo sus ocho provincias. Por eso cuando me
ofrecen un viaje les digo que no me apetece.
Es bueno viajar y conocer pueblos y ciudades extraños. Las
gentes de los distintos sitios en los que he estado es lo que me ha llamado más
la atención, sus costumbres y tradiciones. Para mí los monumentos son de piedra
en todos sitios y, por tanto, todos iguales.
Es tradicional el llevarse algo de recuerdo de los sitios que
visitamos, para tener un recuerdo de aquellas gentes. Yo he comprado muchas
postales, que estarán por ahí guardadas.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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