miércoles, 30 de agosto de 2017

SERVICIALIDAD

Es más feliz quien más sirve a sus allegados. Es un gozo grande ayudar a la familia, a los amigos y a todo el que pasa por la calle. A mí me gusta ayudar a todos, en lo que puedo ser útil a mis conciudadanos.
Es más fácil ayudar que entorpecer la vida de los demás. Prueba y te convencerás de que es más fácil ayudar a un amigo a hacer sus tareas que entorpecerlas. El mundo nos ha hecho serviciales y no a ponerle la zancadilla al prójimo.
Prueba a llevar a cabo sus tareas a un amigo, te sentirás feliz. No entorpezcas la vida a nadie, ayúdale en sus cosas, te lo agradecerá y te ayudará a vivir.
Que nadie se jacte de hacer el mal. El bien es lo que tiene que hacer, a diestro y siniestro y sin mirar a quien. La vida es más sencilla ayudándonos, que entorpeciendo el camino a nadie. El bien no tiene límites, se pueden hacer multitud de buenas acciones, con poco esfuerzo y con un buen final.
Si estuviésemos solos en la vida, esta sería aburrida y no nos sentiríamos felices, porque no podríamos hacer servicio a nadie. El que trabaja hace un servicio a sus prójimos y a la vez se gana la vida. Es fácil ¿verdad?
Nadie suele hacer nada por nada, pero esto no debería ser así. Gratis debemos hacer muchas cosas. La vida nos las recompensará.
Vivir es más fácil ayudando al desvalido, con una simple limosna, con un simple saludo amable al vecino o conocido.
Invitar a un amigo a desayunar se verá recompensado por este con su amistad y cuando te haga falta algo, si puede, él te lo dará.
Que tu vida sea siempre un servicio a los demás, te verás recompensado por su amistad y cariño.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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