viernes, 4 de agosto de 2017

LA SALSA DE LA VIDA

Es como la salsa de la comida. Si no lleva nada, no sabe igual, está sosa e insabora. Se come por comer, pero no se saborea una salsa agradable al paladar y buena para la vida, que es mejor que un condimento o varios, que la hacen más sabrosa, más dulce y agradable de vivir.
Sin condimentos, la vida está sosa, desagradable y no gusta vivirla. No tiene aliciente ni razón de ser. Tampoco es conveniente pasarse, porque sino nos pasamos y deja de ser agridulce y se convierte en amarga, que tampoco es lo suyo.
En cuestión de sexo, una cosita normal, sin pasarse. Muchas caricias y besos, pero no mucho copular, porque eso es para traer niños al mundo y de eso siempre hay tiempo y lugar en una pareja normal, que conviven en la misma casa, en el mismo hogar y en la misma cama.
El amor es la salsa de la vida, que hay que tomarlo solbo a solbo , caricia a caricia, hasta que llegue el momento de encargar un bebé. Momento sublime que debemos saborear con mucha paciencia, hasta que la mujer quede preñada.
Rica en salsa es la pareja que se toma las cosas poquito a poco, se respeta, se tiene cariño, se mima, se es fiel, no se llega a tener celos del otro porque no se hacen motivos, no levantan la voz cuando hay problemas, los discuten, escuchando al otro, en definitiva, se quieren mucho.
Oir los problemas del compañer@ es el mejor sistema de entenderse y llevarse bien.
No actuar por posibles indicios de infidelidad, por ejemplo. Si estos existen, se arreglan hablando y no a golpes o algo peor.
Échale salsa a tu pareja, que verás que buen guiso formáis y que feliz y prolífica es vuestra vida.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA. 

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