Cuando se junta una pareja, se casan, viven juntos, una de
las cosas que antes se proponen es traer al mundo un nuevo bebé. Niño o niña,
necesitará múltiples cuidados para crecer sano y educado.
La mayor parte de lo que necesite el bebé, se lo tendrá que
dar la madre, al menos hasta que vaya a la guardería o al colegio. Por lo
general, será el padre el que trabaje para traer dinerito a casa, para comprar
la comida, ropa, calzado y los gastos de la casa. Aunque hoy día la mujer también
trabaja, porque son muchos los gastos de una familia.
El bebé, si está bien cuidado, vivirá feliz al cuidado de sus
padres. Crecerá sano y fuerte en los brazos de su padre y de su madre, que
deben irlo educando, para que sea un señor o una señorita, en este difícil
mundo que ha venido a nacer.
Se tendrá que ir formando, primero en la escuela, luego en el
instituto y más tarde en la universidad, para acceder a un buen puesto de
trabajo, que no es fácil en esta sociedad en la que vivimos.
Sea alto o bajito, feo o apañado, tendrá que luchar para
hacerse sitio en este mundo, que se presenta difícil para los más jóvenes
especialmente.
Muchas parejas traen al mundo un hijo sin pensárselo. Esto
supone el criarlo y educarlo, para que sea un hombre de bien. También para que
sea un luchador por el bien de todos, especialmente los más necesitados. Vivirá
rodeado de móviles, ordenadores y toda clase de cacharros, que nos traen las
nuevas tecnologías. Más pronto que tarde aprenderá a manejar estos aparatos,
que le ayudarán a buscar trabajo.
Un hombre nuevo, una esperanza nueva para el mundo, que
necesita de gente luchadora, por el bien de la sociedad en general y de la
persona en particular.
Que brille la luz de las nuevas generaciones, que brillen las
buenas personas, que vienen a cambiar el mundo.
Brindemos por todos los jóvenes, que son los que vienen por
nosotros.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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