martes, 26 de noviembre de 2019

LA VERDAD Y LA MENTIRA


Se vieron enfrentadas al principio de los tiempos. Entonces luchaban a escudo y capa o con flechas. Unas veces ganaban unos otras veces, los otros, pero la batalla no cesaba.
La mentira tenía más poderío armamentístico y la verdad, con sus pobres armas, le costaba derrotar a aquellos que habían nacido para la guerra.
Pese a todo seguían las contiendas, cada vez con armas más sofisticadas. Pero no solo valen las armas, también el ingenio de la verdad, que llevaba a la mentira a caer en sus propias trampas.
Primero se luchaba con espadas, luego con catapultas, más tarde con cañones y luego con armas de fuego de todo tipo. Ametralladoras, fisiles y bombas de mano.
Hoy día continúa la lucha, pero con armas comerciales, que son las que enriquecen a la mentira y mata de hambre a los pobres de los países que no tienen recursos.
La verdad, modestamente sigue su lucha, que es trabajar para ganarse el sustento y vencer a la mentira, que no hace más que protestar de lo mal que le va.
La mentira nunca está contenta, siempre tiene algún problema, cuando debería estar radiante, pues domina todos los negocios  y la verdad solo lucha en silencio, por un trozo de pan.
Una vida que es de todos por igual y no hay una guerra que extermine a la buena gente, que luchará por hacerse un rinconcito en el Cielo, que ahí no entra la mentira, por muchas armas que tenga.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario