jueves, 7 de noviembre de 2019

EL HOGAR


Como la casa de uno, no hay nada. Nos gusta salir, pasearnos, trabajar, ir de compras…Pero al final de ello, lo que en verdad nos gusta es volver a casa.
En ella comemos, nos aseamos, nos relacionamos con nuestros seres más queridos, dormimos, vemos la televisión.
En el hogar realizamos nuestros asuntos más íntimos, como ir al baño, orinar, nos peinamos, hacemos planes para el futuro próximo, recogemos la correspondencia, nos afeitamos y algunos como yo, nos pelamos, descansamos y nos preparamos para una nueva jornada.
 Como el calor de casa, de nuestros familiares, nuestros padres, hermanos, hijos y demás familia, no hay nada.
Hogar dulce hogar, se suele decir, porque es donde nos sentimos más libres, más queridos y a la vez damos nuestro cariño a los miembros de la casa.
Como en nuestra cama no descansamos en ningún lugar. Después de un rato de sofá, viendo la televisión, nos vamos a la cama y dulces sueños para todos.
Yo soy el primero que me levanto de mi casa, me aseo, desayuno y más tarde, cuando llega la hora, llamo a mis padres, siempre un poco perezosos a levantarse, sobre todo mi madre.
Cuando ellos se levantan, yo les tengo preparado el baño, para que se aseen. Primero mi padre, luego mi madre y mi hermano se levanta cuando le parece.
Aunque no sea una gran casa, es la mejor del mundo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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