viernes, 13 de diciembre de 2019

PORFIAR


Porfiando con mi amigo Marcos Sedano hemos llegado a la conclusión de que este sería el título para el artículo de hoy. Espero que le guste porque sino vamos a tener unas palabritas.
Hablando, que si tú que si yo que si de esta manera que si de la otra, se puede llegar a un acuerdo mutuo. Exponiendo pareceres se puede llegar a un acuerdo mutuo.
Cuando vamos a comprar, por ejemplo se porfía en el precio y se pueden ahorrar unos eurillos, sobre todo si hay confianza. Mira, me llevo tres kilos y me los pones a tanto. OK.
Si me das tres huevos yo te cuido tus gallinas, que no son tonterías, a cambio de un favor se puede pedir un beneficio, que puede ser dinero.
Yo llevo años diciendo a mis compañeros que me voy de cobrador con ellos y partimos el sueldo a medias. Pero nada, hablando de dinero no hay nada que hacer.
Con mi padre cada vez que le toca algo en los cupones, yo me ofrezco a cobrárselo y la mitad para mí, pero no hay forma, el vil metal puede mucho.
 Hay muchas personas que tienen un huertesillo y no lo pueden cuidar y hay quien se ofrece a hacerlo por la mitad del fruto, esto fuera de cachondeo.
Si me prestas tu mula para hacer unos portes, yo te hago los tuyos y de esta manera salimos los dos beneficiados.
Si pides dinero, ten por seguro que no te lo van a dar, por eso porfía en otra cosa y saldrás ganando.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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