Para cambiar el mundo, si queremos. Todo depende de nuestro
corazón, de nuestra fuerza interior, de nuestra alma, que se pongan a trabajar
a favor de nuestro pensamiento. Siendo así, podemos cambiar nuestro destino.
Somos lo suficientemente fuertes para hacer lo que queramos. Solo hay que poner
un poco de buena voluntad, a favor de nuestros deseos.
Solo hace falta querer para poder. Decir en nuestro interior:
“voy a hacerlo” y siempre, con trabajo personal, conseguiremos hacer lo que
nuestra conciencia nos dicta. Esto son siempre cosas positivas para todos, que
podemos realizar cada día, sin aburrimiento y que hará que nos sintamos bien en
todo momento. En nuestra vida familiar, en nuestro trabajo, con los amigos,
podemos darle la vuelta a la tortilla y hacer las cosas como el corazón, ese
alma que todos llevamos dentro, cambie las cosas malas por buenas.
Solo hace falta un poco de buena voluntad, para cambiar
nuestro destino. Seremos felices, desde todos los puntos de vista. La felicidad
va dentro de nosotros mismos.
En un país como España (me vengo a referir a las clases
medias), donde tenemos lo suficiente para vivir, lo que nos hace falta es ese
“chic”, que mueva nuestra alma. No se trata, por tanto de cosas materiales,
sino de ser felices, nosotros mismos y contagiar a los demás. Está en nuestras
manos, se trata de actuar individualmente, de trabajar por aquello que, en
verdad, quiero. De no ser como máquinas, que trabajan siempre igual. Toda
persona puede hacer las cosas muy bien, si se lo proponen.
Ser feliz no cuesta dinero, solo es cuestión de querer y, a
pesar de las adversidades, conseguiremos siempre, en esta vida, que no sea
monótona y aburrida.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario