EN SOLEDAD

 

En mi soledad, vivo mi vida, aprendiendo a amar, solo, pero rodeado de gente en la lejanía, que me arropan para que no pase frío, en mi soledad.

Mi corazón es débil y friolero y necesita de la gente, de los amigos, para poder funcionar, despacio, sin prisas, pero sin detenerse a descansar, salvo lo preciso.

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Es triste vivir tan solo, pero mis amistades me llenan a reventar, me van diciendo como debo amar, que debo hacer para llevar un camino recto y sin yerrar mi senda.

Soy tristemente débil, mi alma es pequeñita, pero alegre y dicharrachera como ella sola. Mi única ilusión es hacer felices a mis compañer@s, amig@s, desde mis escritos.

Escribir es para mí, hoy que ya no trabajo, de todo, todo, porque soy poco dialogador, salvo con gente que, se entienden conmigo física y mentalmente.

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En mi soledad, la mayor palabra es amar, con los cinco sentidos. La palabra es el mayor signo de amor, por eso a mí me salen muchas palabras.

Mi soledad, en la multitud del mundo, es mi arma más poderosa, porque me hace buscar el cariño, como si de agua y alimentos se tratase.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.