Está esa persona, conocida tuya o mía, pero que no conocemos
y dejamos de saludar y nos tiene que dar el toque, porque con este disfraz…
Fuera de tonterías, esto de la mascarilla es muy serio y así
debiéramos tomárnoslo, porque si no luego vienen los contagios y los malos
royos.
Como nos han dado un dedo de confianza, nosotros nos tomamos
todo el brazo y eso no es así, pues el virus está ahí acechando en cualquier
esquina.
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No hay nada más que ver las noticias para darnos cuenta de
que los contagios han vuelto. Ya hay muchos contagiados. El número de ellos es
grande.
De tal forma que se han tenido, de nuevo, que tomar medidas,
drásticas muchas veces, porque el virus vuelve y lo hace con mayor fuerza y
tesón.
A lo que iba, ves a una persona y dices para sí: “Será Juan o
no será”. Para no quedarnos atrás es mejor saludarlo. Por el timbre de voz lo
conocerás.
Ahora toca echar paciencia, hasta que los Médicos hallen una
vacuna eficaz o una medicina, que mate al bichito de una vez y esperemos que
sea por todas.
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