Para las personas que, por un motivo u otro no pueden beber,
existen multitud de posibilidades en el mercado, para consumir cuando salimos
de casa o en ella.
Hay cientos de refrescos para hidratarnos o para acompañar a
la comida… Si quieres beber algo sano, natural y que no hace daño a nadie: bebe
agua, además barato.
Si eres de los que se puede permitir el beberse una copa o
una cerveza: no abuses de ellos y procura acompañarlos con la comida, una tapa…
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El alcohol, en exceso, es malo para el que lo consume y para
su familia y amigos, especialmente si te tienes que poner al volante de algún
vehículo.
Por placer o por sentirse más hombre o más mujer, sobre todo
los más jóvenes, consumen alcohol sin medida y eso perjudica, sobre todo, a
ellos mismos.
Si no somos unos borrachos, podemos sentirnos orgullosos de
ser responsables. Todos nos lo reconocerán y agradecerán que seamos personas
que sabemos lo que hacemos.
Cada un@ es libre de coger el camino a seguir, por eso hay
que pensar un poco, el daño que nos podemos hacer a sí mismos y a los demás.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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