martes, 19 de junio de 2018

MI PRIMO ANTONIO


Tengo muchos prim@s, pero este es uno de los que me llevo mejor. Vive en un barrio poco decoroso. Su economía está por los suelos, pero él se las arregla muy bien y vive feliz. Ahora mismo no cobra nada, está enfermo, operado por tres veces de la cadera y una del intestino, entre otras cosas. No puede comer casi de nada. No puede trabajar. Anda cojo.
Cuando le dan unos meses de ayuda al desempleado, guarda para cuando no hay nada. Tiene un gato macho que es malísimo, pero muy gracioso. Juega y juega con todo lo que se encuentra. Salta a la ventana, encima del frigorífico, por encima de los muebles…Es un caso este felino.
Volvamos a mi primo, como no tiene, pide en los sitios que dan comida: galletas, leche, aceite…De lunes a viernes le llevan la comida y un par de días le va una señora a limpiar la casa.
Esta mañana me he llegado a verle y hemos desayunado juntos. Le he llevado unas cosillas de comida, que como siempre me ha agradecido.
Ahora quiere arreglar los papeles a ver si le dan la paguilla-ayuda que dan con el 33% de invalidez, que con lo delicado que está se la darán.
Me alegraría mucho que lo consiguiese, pues solo sabe lo que es tener falta de recursos el que los tiene y yo no estoy muy boyante.
Él no mendiga. Eso sí, donde hay cosas para pobres, va cada vez que le toca. Vive solo con su gato, que le da mucha compañía y juegan mucho.
Es triste vivir solo y sin recursos económicos. A pesar de todo, como dije antes, vive feliz. Está más que claro que el dinero no hace la felicidad de las personas.
Suerte más que dinero pediría para todas las personas y salud, también cariño, que no se sienta nadie solo en el mundo. Muchas veces estamos rodeados de personas y nos sentimos solos, como está mi primo.
Sus hermanas le ayudan también en lo que pueden.
Dios está con los pobres, los desvalidos, los que sufren en silencio…
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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