Nos hace querer tener más y más para tener más cosas a nuestro
alcance. Ello nos hace trabajar a destajo y jugar a la lotería, que nunca nos
toca, pero, a pesar de todo, jugamos.
Yo no soy ni más ni menos que nadie y me atrae el poder vivir
holgadamente, pero la suerte no me acompaña y sigo pobre como el que más. Menos
mal que tengo mi paguita y con ella me voy apañando. Los meses se hacen largos
hasta cobrar la extra de verano o invierno, que cojo un poco más de dinerillo.
Todos andamos buscando la forma de vivir un poco mejor, pero esta
no llega. Vagamos inútilmente por la vida sin ton ni son, intentando que ella
cambie para bien.
Yo no tengo ni coche, ni moto, ni tan siquiera bicicleta, eso si,
tengo pase libre en los autobuses de la ciudad, para moverme por donde quiera.
Me gustaría comprarme un ordenador y cambiar el móvil, que ya está
pachucho, pero mi paga no da para ello, por lo que juego a la lotería, con el
ánimo de ver cumplidos mis deseos. Pero no me toca nunca. Es un mundo sin razón
de ser.
Hoy mismo me he comprado un número para el viernes que viene a ver
si me toca algo y puedo salir adelante, porque en la Asociación tengo un futuro
negro.
Los ordenadores no funcionan y los compañeros hacen, cada uno, lo
que le viene en ganas.
Esta vida no está hecha para mi. Sufro sin razón por las cosas que
me pasan. Todo culpa del maldito dinero, porque no lo tengo. Debería de tocarme
un piquillo para sacar adelante mis tareas, sin tener que sufrir el mal de
tener que ir a la Asociación, donde nadie da nada por nada.
Yo vivo con mis padres que es un problema añadido a mi día a día.
No quieren que fume, me quieren controlar y yo nací libre, para vivir en paz y
concordia con todos y de esta forma no puedo.
JOSE ANTONIO MÉRIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario