martes, 19 de junio de 2018

HISTORIA DE AMOR


Es la de dos jovencitos, de 16 años él y 15 ella, que vinieron a conocerse un buen día y desde entonces, con parsimonia, pero dulcemente fueron uniendo sus vidas. Fue, como digo, poco a poco. Un noviazgo sin prisas, porque eran muy jóvenes. Fueron uniendo sus vidas, durante diez años, hasta hacerla una sola, el día de su matrimonio.
Desde su primer beso hasta la consumación del amor, todo fueron caricias, carantoñas, miradas que lo dicen todo y un cocido a fuego lento, que hacía el amor más grande, si cabe.
Siempre cogidos de la mano, paseaban y hacían las delicias de los que los que los veían, porque era una pareja modelo. Los familiares y amigos los querían y saludaban, como la pareja feliz que eran.
Ambos trabajaban y con el tiempo, pudieron comprar un piso, nidito de amor que fueron reformando, pues era viejo, hasta convertirlo en una vivienda muy bonita. La reformaron toda, con la ayuda de familiares y amigos.
Y llegó el día de la boda. Ella de blanco, él de negro, se dieron el “si quiero” ante familiares y amigos y lo celebraron en un bar, acompañados de los más amigos y familia que pudieron reunir, para hacerles partícipes de tan gran alegría, como era verse unidos para siempre en matrimonio.
Eran pobres, pero honrados y con el tiempo su economía fue a más, hasta llegar a ser de la clase media baja. No les faltaba ni un detalle.
Por los devatares de la vida vinieron a separarse, pero en la distancia se siguen queriendo como el primer día. Él fue a vivir con sus padres y ella con el retoño de ambos.
No se ven, pero ese antiguo amor sigue vigente, por parte de ambos. Los malos consejos que le dan a ella, hacen que no vuelvan a unirse físicamente, pero sus corazones siguen latiendo como uno solo.
Muy trabajadores ambos, se ganan la vida, cada cual como puede. Pero lo más importante es el amor que se siguen profesando.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario