Me vengo a referir a los imitadores de cantantes y actores
principalmente. No citaré nombres por no herir la sensibilidad de los fans de
dichos artistas. El caso es que lo hacen igual o casi mejor que los propios
originales.
Los artistas siempre están ahí y tienen su mérito más que ganado,
pero los que los imitan también tienen su arte. Le dan un toque especial a sus
actuaciones, que bien merecen ser reconocidos como verdaderos artistas.
No hay quien le quite el mérito al original, pero algunos
imitadores tienen casi el mismo arte.
Es cierto que el que hace un trabajo o arte no tiene rivales, pero
algunos se le aproximan tanto que llegan a superarles.
El artista, cantante, actor o actriz le da a su interpretación un
toque especial, difícil de imitar, pero hay algunos que lo consiguen hasta el
punto de superarles con sus actuaciones.
Cada cual es como es y no hay posibles suplantadores, pero algunos
con su toque particular, consiguen tener más fans que los primeros.
Es este un tema polémico, porque para muchos no hay posibles
imitadores de sus fans, pero aquellos tienen su arte y su mérito.
Hay temas en música que son populares y no tienen un “propietario”
y cada cual le da la entonación que le parece oportuna.
Un cantante, actor o actriz tiene su forma particular de
interpretar, casi insuperable, pero el imitador hace su trabajo casi con
superior calidad que aquel.
Una canción, por ejemplo, original es inimitable, pero el cantante
imitador, a veces, consigue darle un toque que la hace, merecidamente, igual o
mejor que la original.
Esta noche soñé con este tema que trato de explicar y los artistas
imitadores conseguían superar a los originales, en un duelo que los hace a unos
y otros merecedores de admiración.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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