Coser y cantar, como suele decirse cuando una cosa es muy
sencilla de hacer. Pues, la verdad es que me resultan las dos cosas difíciles.
Cantado tengo la voz muy fea y coser, tampoco se me da bien.
Sin ir más lejos, me puse esta mañana a coser, un bolsillo de
un pantalón que estaba roto. Había que pegarle un trozo de tela, pues no tenía
otro arreglo y yo, valiente, me puse manos a la obra.
Ensalté una aguja, corté un trozo de tela de un retal que
tiene por allí mi madre y me puse a coser. Al principio parecía ir todo bien,
pero cuando se arrugaba el trapo, haciendo el fondo del bolsillo, la cosa se
iba complicando.
EL remiendo tenía que ir por dentro del bolsillo, por lo que
esto era más difícil de lo que parecía. La aguja se iba por donde ella quería,
como si estuviese viva. Se enganchaba fuera de su sitio, cogiendo hilos del
bolsillo y del pantalón. Vamos un desastre. Yo he cosido otras veces, pero
cosas más sencillas: un botón, un descosido de un pantalón…Pero esta vez me ha
venido larga la faena. No me explico como a las mujeres se les puede dar tan
bien el coser.
Sin embargo hay sastres, de ropa de hombre y de mujer, que
son unos número uno. Son famosos y ganan mucho dinero. Es que unos sabemos
hacer unas cosas y otros, otras. Salvo alguno que saben hacerlo todo bien.
Est@s últim@s saben lo mismo arreglar una avería en casa (ya
sea de fontanería, electricidad, carpintería, colgar un cuadro…), que coser,
pelar, hacer la colada, pintar o cualquier faena casera. Eso, además de su oficio o profesión.
El caso del asunto, es ponerse a hacerlo, porque sino nunca
vendré a aprender. Al final lo del bolsillo no salió tan mal y vine a conseguir
mi objetivo, que era tapar el agujero y reforzar el citado bolsillo, con la
idea que no se vuelva a romper más.
Se me suele romper mucho el bolsillo izquierdo porque ahí
llevo las llaves.
Si alguna vez te vez en mi caso. Atrévete, que no es tan
difícil ni cosa exclusiva de mujeres.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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