martes, 19 de junio de 2018

LA GLOBALIZACIÓN


No es otra cosa que los países ricos, que se juntan para ser más ricos todavía. De esta manera los pobres serán más pobres cada día. Esta es una carrera que no tiene remedio, ya que los pobres no pueden enfrentarse a los ricos.
La única forma de equilibrar un poco la cosa, es emigrar a los países con más recursos. En esta operación mueren cada año cientos de personas, que cruzan en pateras el océano hacia Europa. De otra forma, los sureños de América, tratan de adentrarse en EEUU, buscando en ambos casos una vida un poco mejor.
La globalización es no conformarse con lo que se tiene y querer tener más cada día. Está claro que no miramos hacia atrás, donde los más pobres tratan de sobrevivir.
El mundo está y ha estado siempre corrompido. Todo por causa del poder y la riqueza. Antiguamente hacían la guerra para conquistar nuevos territorios. Hoy la guerra, mayormente, es comercial. Cada país quiere vender los productos, de los que son ricos, a buen precio e importar a un precio bajo.
Para todo esto crean impuestos llamados aranceles, siempre para lo mismo: ganar dinero. Si el dinero se comiese, algunos tendrían cara de billete.
No nos conformamos con lo que tenemos y buscamos más, lo que nos hace infelices, porque no pensamos en otra cosa.
Este mundo no tiene remedio, no lo ha tenido nunca y caminamos por la senda mala, que nos llevará al precipicio.
Luchemos contra nosotros mismos y no seamos inconformistas, sino mansos. Que la luz de nuestra alma salga a flote y nos alumbre en este mundo, globalizado, que nos ha tocado vivir.
El mundo ha sido siempre injusto y lo seguirá siendo. Las personas de los países que tienen poco arriesgan su vida, vienen por acá. Unos triunfan, otros tienen menos suerte y son devueltos a sus países de origen.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario