Era conducir toda clase de vehículos, pero hace años que no
estoy en activo, por mi enfermedad. Desde muy niño me gustaban los coches,
sobre todo, también las motos. He conducido coches y motos de todas clases.
Conducía un seiscientos que tenía mi padre cuando solo contaba catorce años. Me
fui enseñando poco a poco. He conducido motos, pero sobre todo, coches.
Empecé con turismos, luego furgonetas, más tarde un camión de
reparto de bebidas, luego un camión de veinte toneladas, posteriormente un
trailers de la construcción, luego otro de transportes especiales (de
maquinaria de obras públicas) y finalmente autobuses en la EMT, donde me
jubilé, como digo, por enfermedad.
Ya lo tengo casi olvidado y ahora me dedico a defender los
derechos humanos, desde mis escritos, que espero sirvan de algo en esta
sociedad, que nos ha tocado vivir.
Mi gran deseo, ahora, es que todas las personas progresen
física y espiritualmente. Eso trato conseguir con mis escritos, que publico en
internet y mando a mis contactos de correo electrónico.
Certeramente no sé si lo estoy consiguiendo o no, lo que si
es seguro es que, a ciertas personas, les gusta lo que escribo.
Por esta razón llevo diez o doce años escribiendo. Hago esto
porque no soy muy dialogador. No soy capaz de mantener una conversación con
cierta fluidez, con otra persona cualquiera. No tengo el don de saber
explicarme hablando. Por eso me dedico a escribir, con el deseo que agrade al
lector.
Quisiera tener agallas para seguir escribiendo, y que ello
surta el efecto deseado, que no es otro que el entendimiento entre todos los
humanos, de todas la razas, países y creencias.
Temo ser muy cansado y repetido con mis temas. Si uno no te
gusta, no lo leas, pero no me hagas el feo de leer tres renglones y decir:
“esto es una porquería”. Lee un poco más a ver si encuentras algo de sentido en
mis palabras, cosa que te agradeceré, desde aquí, con mi corazón. Mis temas son
muy parecidos, pero no hay dos iguales.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA
No hay comentarios:
Publicar un comentario