Hay de muchas clases, tamaños e incluso colores. Las llamadas
“pecas” son unas manchas que tienen algunas personas por la cara e incluso por
todo el cuerpo. Son redondas, del tamaño de una lenteja y se dice que afean a
la persona que las tiene. Depende como se lo tome esta, porque una jovencita
pecosa, es agradable al ojo humano.
Hay manchas llamadas “antojos” que, según se dice, son frutas
u otras comidas que se le han antojado a la madre del que las lleva, cuando
estaba embarazada. Según las creencias, después de ver la comida que esa madre
tanto deseó y no la comió, la noche siguiente, donde se pusiera la mano una vez
dormida, ya sea en el brazo, pierna, cara…justamente allí le saldrá al bebé,
cuando su madre dé a luz, la citada mancha que se parece a la comida que esta
mujer anheló grandemente. La mancha se parece, por ejemplo, a una loncha de
jamón, una fruta o cualquier comida.
Se dice, en el caso de las frutas, que cuando estas están
maduras, la mancha de ese bebé o ya persona mayor, se pone del color de la
fruta en cuestión. Algunas incluso tienen volumen. Curioso, sin duda.
Parece increíble, pero tiene un tanto bueno de razón. Yo he
visto algunos antojos y realmente parecen lo que la gente dice.
Hay otras manchas como lunares, verrugas, que sientan bien
los primeros y afean las segundas.
Un vecino mío tenía manchado todo el cuerpo. Un día le
pregunté que si se había quemado, porque es lo que parecía. Me contestó que le
habían salido así por las buenas. Me quedé perplejo.
Me parecía extraño, porque tenía la cara y el cuerpo de dos
colores distintos
También están las espinillas, que salen a los adolescente y
que son rojizas y con pus amarilla. Estas desaparecen, si el chaval o chavala
no se las revienta cuando están ya grandes.
Yo lo sé por experiencia. Yo tenía muchas de ellas y me las
reventaba y en su lugar queda un hoyito, que no hubiera quedado si no lo
hubiera hecho.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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