MI PEOR ENEMIGO EL RELOJ
01-07-2022
Digo esto porque hay cosas que tengo que hacerlas a escape,
por el contrario, otras tengo, literalmente, que perder el tiempo para que abra
una tienda, por ejemplo.
Son cosas de este mundo, que no se pueden evitar. A algun@ de
vosotros os pasará lo mismo. Es irremediable, hay cosas que hay que hacerlas
muy rápido y otras hay que esperarlas.
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Hay que tener nervios de acero para sobrellevar las tareas
diarias de cada persona, por eso dije en otra ocasión, que está vida no está
hecha para personas con carácter tranquilo, como yo.
Lo único que puedo hacer es estar lo más tranquilo posible,
no hacer caso del que va con prisas, refugiándome en mi burbuja de cristal, como
si de un bebé se tratara.
El caso es que sin el reloj no se puede vivir. Mirándolo me
levanto, paso el día, me acuesto. Lo llevo siempre conmigo, si bien es verdad
que a veces, lo olvido por completo.
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Estas veces, es cundo
mejor lo estoy pasando, que no son muchas, en verdad. Veinticuatro horas tiene
el día, ocho para trabajar, ocho para dormir y ocho para el ocio.
Por supuesto esto no se cumple, ya que las más de las gentes
tenemos muchas horas de actividad, pocas de ocio y pocas, también, para dormir.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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