Nos pasamos el día pensando en que termine nuestra jornada,
para poder descansar, estar con la familia y tener tiempo de ocio. Al día
siguiente igual. Cuando se acerca el descanso semanal, no vivimos pensando en
esos días. Cuando se acercan las vacaciones, el reloj, parece que no anda, no
vivimos.
Tenemos que vivir el momento, que todo llegará y pasará y
estaremos esperando tal o cual acontecimiento, importante para nosotros. Si no
aprovechamos para ser felices cada día, tampoco lo seremos cuando llegue ese
tiempo de ocio, tan importante para nosotros.
No debemos tener prisa por vivir, que cuando queramos acordar,
seremos unos viejos, llenos de enfermedades. Lo importante es el AHORA y dejar
de darle vueltas a la cabeza pensando en el futuro.
Este llegará, pero aprovéchalo por momentos, como hiciste con
el pasado, vivirás más, mejor y más feliz. No hagas caso del que te dice, para
darte envidia: “mañana me voy de vacaciones”. Tranquilo, que las tuyas también
han de llegar y en ese día, el que te daba envidia, está trabajando, verás que
ahora no dice nada.
Disfruta de tu trabajo o quehaceres, que de todo hay que
hacer en la vida. No estés triste porque tienes que trabajar. Todos, de una
manera u otra, tenemos que hacerlo y si lo ejecutamos con una sonrisa, mejor
que mejor ¿Verdad?
Hay personas que disfrutan con su trabajo, yo mismo y vivo
mejor, más feliz y cuando llega el día o los días de descanso, los aprovechamos
más y hacemos lo que más nos gusta en nuestro tiempo de ocio.
La vida hay que tomársela como viene. A veces nos sentimos
mejor, otras veces las cosas van peor, pero tenemos que ser siempre optimistas
y confiar en el mañana.
No pensar que somos desdichados y que sufrimos más que los
demás. Cada cual tiene sus problemas, que son para él solo y poca gente le
ayudará a resolverlos. Para eso somos autónomos, libres, únicos y con unas
ganas de vivir, que no hay quien las iguale.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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