miércoles, 2 de octubre de 2019

SOY UN CALLEJERO


Me gusta como a nadie el estar en la calle, paseando, conociendo gente y, por tanto, no me gusta estar encerrado en casa todo el día viendo la televisión, que es la mar de aburrida.
En la calle me siento feliz haciendo cosas de provecho como pueden ser la compra, arreglar papeles o simplemente paseando. Siempre se encuentra uno con alguien conocido y se entabla conversación.
Por eso me gusta más el buen tiempo que los días de lluvia, que no se puede hacer nada. En casa también se está bien. Come uno, se asea, charla con sus familiares, que son los que más le quieren a uno.
Paseando soy feliz porque nadie me dice lo que tengo o no que hacer. Teniendo tabaco y algo de dinero en el bolsillo, no hay problema de ninguna clase.
Se encuentra uno con gente conocida que se alegran de verte, porque somos poco visitadores o mejor dicho, nada y así la familia no está unida y no hay cosa más mala que una familia desunida.
Cuando da uno su paseo matutino llega a casa cansado, con ganas de compartir vivencias con la familia, decirle a quien se ha encontrado.
Yo no sirvo para vivir solo, me gusta la compañía de la gente y que no sea siempre la misma, porque aburre y no sabes que hacer o qué decir, porque está todo contado.
Con el ordenador me entretengo, porque sé que hay gente que me lee y eso me hace feliz.
Con cualquiera me entretengo, charlamos y para casa.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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