Aire, frío y, cuando menos te lo esperas, te cae un
chaparrón. Eso que a tantos gusta, el fresquito se torna en frío y chubascos
ocasionales que te ponen empapado.
A mí me gusta, con diferencia, más el verano, aunque haga calor.
Se pone uno menos ropa y asunto arreglado.
El invierno es muy molesto, para los que tenemos que salir.
Las inclemencias del tiempo, hacen que no se pueda ir tranquilo a ninguna
parte, que si ropa de abrigo, que si calzado cerrado, que si paraguas o impermeable.
En verano hace calor, ya se sabe, pero en invierno hace frío
y no se puede ir a ningún sitio.
Ya sabemos, que en este mundo tiene que haber de todo, pero
con el tiempo no se puede jugar. Si hace calor, te asas, si hace frío, te
congelas y si llueve, te mojas.
Yo prefiero pasar calor e ir tranquilo, que frío y mojarme.
Cada uno es como es y no se puede cambiar por otro. En verano hay más luz, los
días son más largos, se puede ir a la playa…
En invierno es todo más aburrido, no sale el sol que hace
crecer las plantas. Ya sabemos que hace falta agua para todo, para el campo,
para la contaminación y para los embalses, que abastecen a las ciudades de agua
potable.
Sin el líquido elemento, no somos nada. Tenemos que beber,
ducharnos y demás usos del baño. Las plantas sin agua no crecen.
Lo que hay que hacer es adaptarse al frío y al calor y todo
irá mejor. Que hace frío, nos abrigamos, que hace calor, nos quitamos ropa.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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