He preguntado a la gente sobre qué tema escribo y me han
dicho sobre la solidaridad. Este mundo no es solidario con los más
necesitados, no solo económicamente sino
con los faltos de comprensión y cariño.
Parece mentira, pero la calle está llena de gente y uno no
encuentra con quien hablar. Exponerle sus criterios y comentarle sus problemas.
Una persona solidaria es la que se preocupa por los demás.
Por sus problemas, por su vida, que es tan importante como la mía. En cuestión de dinero, hay
muchas personas que no les llega para
comer y pagar los gastos del hogar. Pero como he dicho, el dinero no lo
es todo. Hay que saludar a los conocidos y algunos extraños.
¿Porqué tengo yo que saludar a un extraño? Pues por cortesía,
porque si es entendido te lo agradecerá con creces ¿Cómo? Pues siendo amigo
tuyo y haciéndote favores que, a lo mejor un conocido no te haría. Hay muchas
personas buenas por esas calles, pero necesitan que las motiven, para despertar
su alma de persona.
Cuesta poco trabajo, por ejemplo, ceder el asiento en el
autobús a una persona que lo necesita. Yo algunas veces lo ofrezco y me lo
rechazan, bien porque se bajan pronto o bien por no tener nada que agradecerme.
Si yo cedo el asiento es porque veo que lo puede necesitar.
No quiero nada a cambio. Si me da las gracias, las acepto, pero nada más.
También hay quien lo acepta y lo agradece.
Ser solidario es ayudar y comprendes los problemas de los
demás y ayudarle a solucionarlos.
Hay quien necesita una limosna. En España, la mayoría de la
gente puede darla. ¡Es que la gastará en drogas o alcohol! Bueno uno tiene
cuidado a quien se la da y si se equivoca, no pasa nada. El que quiere fumar
droga lo hace de una u otra manera. Si le damos la limosna, a lo mejor, le
evitamos que robe para conseguir esa droga o esa copa de alcohol.
Se solidario, te harás un favor a ti mismo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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