Yo creo que estar esperanzado solo en esta vida con sus ires
y devenires es un poco soso. No le digo yo a nadie que crea en un Dios, por
llamarle de una manera. Puede ser Jesús, Cristo, Alá, Jehová…
Se puede creer, por ejemplo en la reencarnación, pero estar
esperanzado solo en esta vida, que más tarde o más temprano se va a terminar,
es muy triste. Pensar que hay algo más, sea lo que sea, te alegrará la vida.
Hay diversidad de creencias, unos son muy devotos y van a misa
todos los domingos, otros solo van cuando hay un bautizo, boda o comunión y
quien no va nunca. Ninguno de ellos es mejor ni peor que el otro, solo que
tiene sus ideas.
Bien puede ser uno creyente o creyente a su manera, ateo u
agnóstico, que hay tantas formas como personas. Lo que no se debe nunca es
menospreciar a los demás porque no opinan igual que yo. Cada uno a lo suyo y no
hay que criticar a nadie, porque tenga cuales o tales ideas sobre el tema.
Yo creo en Jesús y en su padre el Señor Dios, sin embargo no
voy nunca a misa. Vivo con la esperanza de un mañana mejor y me río de la vida
sin ofender a nadie. Como podéis ver mis creencias son un poco particulares,
pues así te quiero yo, con las tuyas sean las que sean.
El creer en algo divino no hace siempre a la persona mejor
que la otra. A lo mejor un ateo cumple los mandamientos de la Biblia más que un
creyente.
Este es un tema difícil de explicar, yo trato de deciros, con
ejemplos lo que puede significar el ser creyente, ateo u agnóstico…
Ustedes que leéis estas líneas, juzgar que tanto de razón
puedo tener. Si no os gusta lo que escribo, dejad de leer y tan amigos.
Yo trato de explicar mi punto de vista sobre este tema, que
puede ser odioso para alguien que cree otra cosa que yo.
Cada uno tiene sus ideas y yo las respeto como si fuesen las
propias mías, tan solo digo que es bueno creer en algo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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