lunes, 12 de noviembre de 2018

NO TIENE DESPERDICIO


ES EL PADRENUESTRO: Padre nuestro (de todos nosotr@s), que estás en el Cielo (y también en la tierra), santificado sea tu nombre (porque eres algo más que bueno, eres Santo), venga a nosotros tu reino (cuando lo merezcamos, aunque solo sea un pelín), hágase tu voluntad (y no la nuestra que es vanal y pecaminosa), en la tierra como en el Cielo (porque todo es tuyo y estamos a merced vuestra y nosotros no mandamos ni en nuestra persona), danos hoy nuestro pan de cada día ( y todo lo que necesitamos para susistir, pero no tonterías), perdona nuestros pecados (que son muchos y la mayoría de las veces no nos damos cuenta de cuando pecamos, ni cuales son los peores. En cualquier caso son pecados y ofensa para Ti y para nuestros hermanos), así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden (no sabemos perdonar. Ofender, sí, a diestro y siniestro a todo el que podamos y con mala leche. Es verdad que muchas veces no nos damos cuenta, pero no es menos verdad que no tenemos amor por nuestros hermanos. Vivimos tranquilamente, sin pensar que cualquier palabra u acto, puede ofender a nuestros hermanos. Nos paseamos por la vida sin ro ni roque y sin tener en cuenta que todos somos iguales a los ojos de nuestro Dios), no nos dejes caer en la tentación (a nosotros todas nuestras ideas nos parecen buenas y no nos damos cuenta de que ahí está el demonio pinchando, para que cometamos errores que van en contra de la voluntad Divina que es Santa y nosotros pecadores) y líbranos del mal (que son muchos y muy variados, desde que nos atropelle un coche hasta que nos caiga una maceta encima. Podemos tropezar o resbalar y caernos. Podemos contraer cualquier enfermedad incurable y esta sería nuestra desgracia. Podemos perder nuestro trabajo. Podemos perder a nuestro mejor amigo. Podemos caernos en la ducha y partirnos un hueso. Podemos perder la cabeza).
Amen (así sea, Dios y Padre nuestro. Señor del Cielo y la tierra)
Si no te dicen nada estas palabras, no les hagas caso, pero si te hacen tilín en el corazón, haz caso a lo que te dice tu Padre, que desde el Cielo vela por ti, que no te echa en el olvido y nosotros si a Él, que nos quiere a más no poder.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario