Puede ser un jubilado, que no tiene trabajo o un escolar en
vacaciones. Ninguno tiene nada que hacer, pero si la persona es apañada, se
busca cosas que hacer de provecho.
Yo, por ejemplo, jubilado, me dedico y hago las compras de la
casa y a hacer los papeleos por la mañana. Por la tarde me voy a la asociación
de enfermos mentales a pasar mis escritos a ordenador. Ayudo lo que puedo en
casa. En los ratos libres, como ahora, redacto los escritos. Vamos, que casi me
falta tiempo. Es cuestión de organizarse y tener ganas de hacer cosas.
El que tiene ganas de trabajar siempre encuentra algo que
hacer. Otras personas, no y andan deambulando, de un sitio para otro y no
encuentran que hacer. Es sencillamente de vagos.
Hay que buscarse algún entretenimiento, para no aburrirnos y,
a la vez, ser útiles a la sociedad en general y a la familia en particular.
Cada persona es de una forma y poco se puede hacer por cambiarla.
Es bueno tener la mente y el cuerpo ocupados, porque sino nos
aburrimos y nos da por hacer cosas que no están bien o no dan ningún provecho a
la familia y a la sociedad.
Otra cosa son los impedidos como ancianos enfermos o personas
que no encuentran qué hacer. Es incomprensible, pero hay que buscarse la vida
como sea. . Muchos jubilados como yo, hacen cosas por su familia, por los
amigos y por la gente que se encuentran por la calle.
Tenemos que luchar porque el aburrimiento no nos venza, que
tengamos siempre algo que hacer. Si no es trabajo, cosas que, a la vez
mantengan entretenid@, sean útiles para la sociedad.
Hay persona que su enfermedad no les deja hacer nada. Estos
tienen una escusa. Pero hay personas jóvenes que no encuentran nada que hacer.
Su cuerpo y su mente, no les deja hacer nada. De aquellos hay
que tener lástima, de los demás no.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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