Ya dura casi once años, desde el año 2007. Once años duros,
para la economía de los españoles. Después de la burbuja inmobiliaria,
sobrevino la crisis, que al que más, al que menos nos ha dejado fuera de
combate, económicamente hablando.
Todos los trabajos se vinieron abajo y dejó a muchos
trabajadores con lo puesto. A los funcionarios les quitaron el 5% del sueldo y
una de las dos pagas extraordinarias, que disfrutaban, lo que trajo el
descontento de la clase trabajadora, que es la que levanta el país.
A los ricos les da igual, porque ellos tienen de sobra para
comer y vivir. Tan solo que no aumenten su capital.
Con la crisis, se produjeron muchas fugas de capitales a
paraísos fiscales y eso unido con la corrupción política, dejaron al país hecho
una pena.
El Gobierno tuvo que pedir dos rescates a la Unión Europea,
para alzar un poco el vacío, que en poco tiempo, dejó a España desolada. Estas
ayudas fuero para pagar el déficit, que se creó con la falta de dinero, sobre
todo en la banca.
Poco a poco se fue recuperando la cosa y se pudieron pagar
las deudas a Bruselas. Nos tuvimos que apretar el cinturón todos. No había
trabajo y el que había, mal pagado y precario. En nuestros días esto aún dura,
cuando parece que vamos levantando cabeza.
Se pudieron pagar las pensiones, pero estas subían un 0.25%
al año, mientras que los alimentos o cosas de primera necesidad, subían de
precio.
Cientos de miles de personas, se quedaron sin trabajo y con
lo puesto. Tuvieron que acudir a sus padres, que como tienen pensión (aunque
sea pequeña) les ayudaban y aún ayudan a tener al menos para comer.
Los estudiantes también lo pasaron y pasan mal, porque no
tienen para pagar la matrícula, libros y material escolar. Muchos de ellos no
pudieron terminar sus estudios y que buscarse la vida como mejor pudiéron.
Hoy por hoy, la economía va mejor.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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