UN HOMBRE DE NEGOCIOS
28-07-2018
Un hombre de negocios debe ser distinguido, limpio, bien
vestido, agradable y elocuente en su trato con las personas, con las que hará
tratos de compra y venta de productos de toda clase: de casas, locales,
viviendas, terrenos, fincas y todo lo que se puede comprar, que es casi todo.
Tiene que ser avispado, para saber en qué momento puede
comprar una vivienda, que más tarde pueda vender más cara. Tendrá mucha vista,
porque con tanto listo que hay sobre la tierra, tenderán a engañarle y, si no
es muy astuto, lo conseguirán.
Lo primero que necesita es dinero para invertir, pagando al
contado y, por tanto, más barato y a la hora de vender, saber que va a cobrar
lo acordado, en el tiempo estimado. Lo mejor es cobrar al momento. Si se trata
de una cosa de valor, debe dejar el cobro en manos de un banco a través de
financiera. Que una gestoría, de confianza, se encargue de los papeleos.
Tiene que saber esperar el momento oportuno, para hacer un
negocio redondo. Relacionarse con mucha gente, que le informen de quien quiere
vender o comprar, el producto que él tiene a la venta. También deben informarle
de quién quiere vender o comprar, por ejemplo, un piso, un apartamento, una
casa…
Es importante que lleve todos los documentos, contratos,
escrituras en regla, a través de la citada gestoría, para no tener problemas
con Hacienda y acabar mal parado.
Un buen negociante compra, vende o cambia toda clase de cosas,
que tengan salida en un mercado en crisis como el nuestro. Pero ojo, ten mucho
cuidado, que este mundo está lleno de engaño. Te mentirán del precio, de la
calidad y de los posibles desperfectos que pueda tener un piso, por ejemplo.
Pueden vendértelo y estar embargado.
Lo mejor es ir con la verdad por delante y, a la hora de
comprar, tener cien ojos, para que no te engañen. Aun así lo conseguirán y
harás un mal negocio.
No te rindas jamás. Sigue haciendo compras y ventas, al final
ganarás.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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