Es sentirte contento contigo mismo y hacer las cosas que te
gustan, en tu tiempo libre. Siempre con la cabeza fría y el corazón caliente.
Hacer lo que más te plazca.
Llevar una vida activa, sin pasarte, sin agobiarte, dedicarte
a eso que tanto te gusta y que no te cuesta trabajo hacer. Ir derrochando
alegría, que es contagiosa, (alegra a tus allegados), y la de ellos a ti.
Disfrutar de los pequeños placeres de la vida, como charlar, pasear, saludar a
los amigos y conocidos…
Triunfas cuando los planes salen bien, que no puede ser
siempre, pero hay que forzar las circunstancias, para que la mayoría salgan de
perlas. Hay que ser decidid@ y no tener miedo de nada, supuesto que no hacemos
nada que nos haga sentir vergüenza.
Los gustos, como las gentes, son muy variados. Cada uno tiene
los suyos y se conforma con ellos. Cada cual hace sus hobbies y se siente
orgulloso de ellos. Eso sí, hay que tratar de no herir la sensibilidad de las
personas y no querer ser más que ellas.
El punto de vista de cada uno es distinto, pero en esencia,
muy parecido, por lo que si lo miramos bien, somos casi iguales por dentro, en
nuestra pequeña alma.
Hay que tener en cuenta a los demás. No andar a lo tonto y a
lo loco, mirando solo por el bien propio. Dedicar la vida a los demás es lo que
más llena a la persona.
A mí, por ejemplo, me gusta escribir y charlar con la gente
por la calle. A todos nos gusta que nos halagen, pero no hemos de vivir de
falsas ilusiones, que si los mereces, los tendrás.
La gente es muy agradecida y por un pequeño favor, te
devuelven uno grande. No dudes en prestarte para el bien de los demás.
Solo queda decir que ser feliz no cuesta dinero. Solo es
cuestión de ser libre y actuar en consecuencia.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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