miércoles, 16 de enero de 2019

EL PEQUEÑO JULEN


José, su padre lleva desde el domingo sin dormir, prácticamente con la misma ropa, pasando la noche en el coche junto a su mujer, Vicky, cerca del agujero donde cayó en un día de campo en pueblo de Totalán, en Málaga. “¿Dónde voy a estar si no?” Asegura que aún está lejos de él. El padre está roto de dolor, como la madre.
Son varios los motivos que han hecho romper el silencio. Lo hacen para reclamar más ayuda en la búsqueda desesperada del pequeño, que cayó por un agujero tan pequeño, cosa que no se ha dado en España y en el mundo, por el diámetro del pozo que cayó.
Asegura su padre que su hijo está ahí. Ya quisiera yo que no estuviese aquí el pozo. Quisiera ser yo el que estuviese enterrado ahí, en el pozo y él estuviese con su madre.
Habíamos ido a pasar un día de campo en una parcela, donde iban a realizar obras por parte de un familiar. Estaban ellos con su mujer el niño y el padre. También estaba la hija del matrimonio que tiene dos años y medio:
Escucharon de llorar al niño al que tranquilizaron diciéndole que papá y el hermanito le iban a ayudar.
Quitaron unas piedras que había cerca del pozo, donde vieron como caía el niño con los brazos en alto, para que no cayesen al pozo.
El padre lo quería tranquilizar diciéndole que él estaba allí y el hermanito Oliver también (fallecido en 2015, a los tres años de edad tras una muerte súbita).
El niño cayó al pozo por un agujero de apenas quince centímetros, lo que hace más difícil si cabe la búsqueda del pequeño.
Los padres están desesperados en la búsqueda del pequeño Julen, con el corazón roto en pedazos.
Soy un buen padre, asegura José. He vivido para mis hijos, buscándome la vida para comprarle lo que yo no he tenido (juguetes y buena ropita)
Esperemos que la búsqueda no sea infructuosa y que salven a Julen.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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