José, su padre lleva desde el domingo sin dormir,
prácticamente con la misma ropa, pasando la noche en el coche junto a su mujer,
Vicky, cerca del agujero donde cayó en un día de campo en pueblo de Totalán, en
Málaga. “¿Dónde voy a estar si no?” Asegura que aún está lejos de él. El padre
está roto de dolor, como la madre.
Son varios los motivos que han hecho romper el silencio. Lo
hacen para reclamar más ayuda en la búsqueda desesperada del pequeño, que cayó
por un agujero tan pequeño, cosa que no se ha dado en España y en el mundo, por
el diámetro del pozo que cayó.
Asegura su padre que su hijo está ahí. Ya quisiera yo que no
estuviese aquí el pozo. Quisiera ser yo el que estuviese enterrado ahí, en el
pozo y él estuviese con su madre.
Habíamos ido a pasar un día de campo en una parcela, donde
iban a realizar obras por parte de un familiar. Estaban ellos con su mujer el
niño y el padre. También estaba la hija del matrimonio que tiene dos años y
medio:
Escucharon de llorar al niño al que tranquilizaron diciéndole que papá y el hermanito le iban a ayudar.
Escucharon de llorar al niño al que tranquilizaron diciéndole que papá y el hermanito le iban a ayudar.
Quitaron unas piedras que había cerca del pozo, donde vieron
como caía el niño con los brazos en alto, para que no cayesen al pozo.
El padre lo quería tranquilizar diciéndole que él estaba allí
y el hermanito Oliver también (fallecido en 2015, a los tres años de edad tras
una muerte súbita).
El niño cayó al pozo por un agujero de apenas quince
centímetros, lo que hace más difícil si cabe la búsqueda del pequeño.
Los padres están desesperados en la búsqueda del pequeño
Julen, con el corazón roto en pedazos.
Soy un buen padre, asegura José. He vivido para mis hijos,
buscándome la vida para comprarle lo que yo no he tenido (juguetes y buena
ropita)
Esperemos que la búsqueda no sea infructuosa y que salven a
Julen.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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