Yo hablo con la gente, trabajadores, jubilados, gente que no
tiene trabajo… y me dicen que lo que más les pesa es la monotonía, el hacer
siempre las mismas cosas. Les gustaría hacer algún día algo nuevo, que no sea
lo de todos los días y es que este mundo, esta sociedad consumista y sedentaria
es muy pesada.
No sé si a los niñ@s les pasa lo mismo, con la escuela, los
deberes, tener siempre los mismos profesores, el mismo horario…
El caso es que algo había que cambiar. Que conste que la
culpa es nuestra, que somos nosotros los que hacemos la vida como es. Cada un@
y según sus gustos puede hacer deporte, salir con los amig@s, visitar a los
amig@s, ver su programa preferido de televisión, contar sus alegrías y su penas
a su mejor amig@ y en general hace su hobby preferido…
La cuestión es no aburrirse y comportarse como máquinas. Lo
más sencillo puede ser un aliciente que haga correr al reloj y que digamos para
nosotr@s mism@s: “bueno, se me ha ido el día en nada”.
La estadística dice que de las veinte y cuatro horas del día,
ocho son para trabajar, ocho de ocio y las restantes para dormir. Esto no
siempre es así y vivimos descontrolados. De la misma manera se dice que
deberíamos cambiar de ocupación cada seis o siete años, cosa que tampoco se
cumple, muchas veces irremediablemente.
El caso es no aburrirse y disfrutar con lo que se hace. Hay
que tener vocación para todo y así seremos más felices.
Si un@ se siente realizado es porque se siente satisfecho
consigo mismo y con los demás. Señal esta de que hace lo que le gusta, lo que
le llena por dentro y que vive feliz.
Muchas veces piensa un@: “¿pero qué hago?” Estoy en un
callejón sin salida. Todos los días la misma historia.
Por algo existe el invierno y el verano, los días son cortos
o largos, el día de la semana no coincide con el día del mes, ni todos los
meses tienen los mismos días, para que no nos aburramos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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