lunes, 7 de enero de 2019

CON LA VERDAD POR DELANTE


Se va a todas partes y doquiera eres bien recibido. No mientas nunca, es un atraso y un gesto de desprecio a los demás. La verdad es sana, buena para las personas y para su salud mental y moral.
La mentira no puede ser piadosa, es odiosa y mala consejera, para todas las personas, especialmente las de bien, que andan por todo el mundo y son la luz de este.
La verdad distingue a las personas buenas de las malas. El que dice la verdad, aunque le cueste, es buena gente y es querido por todos. Por sus amigos, vecinos, familiares y demás allegados.
Diciendo verdades se va a todas partes, mientras que si mientes, aunque sea por quedar bien, cuando te descubran quedarás mal y la gente te odiará. Mientras que si eres veraz todo el mundo te querrá, te apreciará y serás bien recibido por todos.
La mentira tiene las patas muy cortas, se suele decir y es verdad. Insisto, aunque cueste, hay que decir siempre la verdad. No hay nada más bonito en una persona, que será tratado como un señor por donde quiera que vaya.
Ayuda a quien lo necesite porque no hay nada más verdad que hacer el bien a los demás. Enaltece a la persona y la hace feliz. Se puede sentir orgullo de ser una persona de bien y para bien será destinado en este mundo de mentiras y malos modos.
Te puedes sentir orgulloso de ir con la verdad por delante, de ser un hombre o una mujer de bien. Con cariño te tratarán y te verás envuelto en un mundo de amor, que a toda gente gusta.
Mientras que si mientes serás ruin y mal visto por toda la gente que dirán: “mira el embustero ese” ”quien se habrá creído que es”.
Hay un paso de la verdad a la mentira, pero un paso de gigante, que enaltece o degrada a las personas y que las hace buenas o malas según el camino que coja cada una.
JOSÉ ANTONIO MÉDA.

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