DIOS COMPLACIENTE

 

DIOS COMPLACIENTE

08-02-2023

Dios, como cualquier padre, nos quiere complacer, pero igualmente, no nos puede dar todo lo que le pedimos, porque como Padre que es , sabe lo que nos conviene y lo que no. Por eso le debemos de guardar respeto, porque ningún padre quiere nada malo para sus hijos y ante una decisión que Él tome no debemos discutírsela, enfrentarnos a su Divinidad, porque podemos salir mal parados, lo mismito que con nuestro padre de la tierra.

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Nos ha dado la vida, un mundo para vivirla, ha puesto en nuestras manos todo lo que en él hay, pero no para que hagamos mal uso de ellas. Nos ha enseñado lo que deberíamos hacer y lo que no, como cualquier padre. Nos ha dicho lo que debemos comer y beber, en una palabra, nos lo ha dado todo y ahora nosotros no creemos prepotentes y queremos hacer lo que nos viene en gana y de esta forma no hacemos liga.

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Él nos ha hecho libres pero no permite que nos pasemos de la raya, porque si no, las cosas empiezan a ir mal y la culpa es nuestra que nos saltamos a la torera todos los preceptos que nos pone, porque nos vemos libres y ya por eso queremos actuar a nuestro antojo y capricho y como comprenderéis eso no lo permite ningún padre y si lo hace es porque no es un buen progenitor digno de tener a su cargo a unos hijos, que también son regalo de Dios.

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Como Padre, estamos a su cuidado, no me canso de decirlo, pero nosotros no somos buenos hijos, que obedecen, sin rechistar lo que nos tiene mandado, que nadie diga que no sabe lo que es, que nuestra conciencia nos lo está recordando a cada paso que damos, lo que pasa es que somos muy cabezotas y decidimos por nuestra cuenta y capricho lo que creemos que es bueno para nosotros, sin razón. Es entonces cuando Dios entra en juego y dice: hasta aquí hemos llegado. Vosotros no cumplís con vuestra obligación, pues Yo no os dejo que sigáis adelante. Muy a mi pesar mío, os tengo que castigar, como haría todo buen padre.

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Dice nuestro Padre: yo os complazco en todo lo que pueda, pero vosotros tenéis que hacer una serie de cosas, si no las hacéis, de vuestra cuenta corre, Yo, sintiéndolo mucho os tengo que castigar, como haría cualquier buen padre. Es entonces, cuando nos manda las desgracias, que nadie comprende y nos sentimos castigados. Pues no seamos rebeldes y si vosotros os sentís castigados, es por culpa vuestra, por hacer caso omiso a mis advertencias.

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Que nadie se engañe a si mismo, que, si sufrimos desgracias, no es por culpa nada más que de nosotros mismos, lo comprendamos o no, yo el primero.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.